La educación financiera y el ahorro desempeñan un papel fundamental en la vida de las personas y son pilares clave para construir sociedades prósperas. En Colombia, sin embargo, esta materia presenta desafíos evidentes. Según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el índice de educación financiera en Colombia alcanza solo 12,5 puntos de un máximo de 21 posibles.
Conceptos como presupuesto, inversión, deuda, planificación financiera y ahorro siguen siendo desconocidos para muchos colombianos. Comprender y aplicar estos conceptos es esencial para tomar decisiones financieras informadas y evitar prácticas perjudiciales para nuestra salud económica.
Dada la necesidad de fomentar la educación financiera en Colombia, considerando el actual panorama económico y financiero, Alex Robbio, CEO de GLIM, comparte cinco consejos fundamentales que ayudarán a los colombianos a tomar el control de sus finanzas:
1. Presupuesto y Planificación: La base de cualquier estrategia financiera sólida es un presupuesto bien estructurado. Registrar los ingresos y gastos permite identificar áreas donde se pueden hacer ajustes y ahorrar. Si no se tiene un presupuesto, se puede aplicar la regla del 50/30/20: destinar el 50% de los ingresos a gastos fijos, el 30% a gastos variables y el 20% a ahorro. Esta regla brinda una guía útil para ordenar las finanzas personales.
2. Hacer del Ahorro una Prioridad: La educación financiera enseña a hacer del ahorro una parte planificada de los ingresos, no simplemente lo que queda después de gastar. Esto incluye crear un fondo de emergencia y ahorrar para metas a corto y largo plazo. La automatización del ahorro, mediante transferencias automáticas, es una práctica recomendable.
3. Gestionar la Deuda: Para manejar la deuda de manera efectiva, es esencial comprenderla. Esto implica desarrollar estrategias para pagar primero las deudas con tasas de interés más altas, como las de tarjetas de crédito, y evitar acumular deudas innecesarias. En 2020, aproximadamente el 45,6% de los hogares colombianos tenía algún tipo de deuda, por lo que la gestión adecuada de la misma es esencial.
4. Inversiones y Crecimiento del Patrimonio: La educación financiera va más allá del ahorro e implica comprender los instrumentos de inversión disponibles, como acciones, bonos, bienes raíces o criptomonedas. Es importante definir objetivos financieros, plazos y niveles de riesgo antes de invertir.
5. Diversificación de Activos y Compra de Dólares: La diversificación reduce el riesgo en las inversiones. Una forma de hacerlo es diversificar internacionalmente, incluyendo la compra de moneda extranjera, como el dólar estadounidense, considerado un refugio seguro. GLIM ofrece opciones para diversificar y reducir riesgos financieros.
El camino hacia unas finanzas personales saludables y una vida financiera segura comienza con la educación financiera. Estos cinco consejos representan herramientas valiosas que empoderan a las personas para tomar decisiones informadas en cualquier etapa de la vida. Invertir tiempo en aprender y aplicar estos principios siempre es una inversión sabia en el futuro financiero.