Transformar no es solo digitalizar: es escuchar, incluir y liderar con propósito. Así ha sido el camino de David Ortiz, CEO de Siigo Latam, quien ha puesto la tecnología al servicio de miles de emprendedores en la región, construyendo un cambio de paradigma desde la contabilidad.
En 2010, David Ortiz llegó a Siigo con una idea: “el verdadero cambio empieza por comprender a fondo las necesidades del cliente”. Su primera misión fue liderar la innovación del producto, crear un software en la nube, y desde allí, comenzar a transformar la contabilidad de las pymes en Latinoamérica. «Me encontré con una realidad común: la gestión contable era percibida como un dolor. Lo que hicimos fue convertirla en una oportunidad», cuenta David.

En 2016 asumió la presidencia de Siigo, con la meta de llevar soluciones contables a nuevos países. Hoy, bajo su liderazgo, Siigo está presente en Ecuador, Uruguay, México y Perú. Con más de 1.2 millones de clientes, la compañía se ha consolidado como el líder en transformación digital contable para pymes en la región.
Este crecimiento no ha pasado desapercibido. David fue reconocido como Emprendedor del Año 2021 por Endeavor Colombia, y en 2022 recibió el galardón a la Apertura de Nuevos Mercados. En 2024, volvió a ser exaltado por Endeavor como uno de los referentes de transformación digital más influyentes del continente.
Pero más allá del software, el verdadero legado de David Ortiz está en su convicción de que la tecnología debe servir a las personas. En ese espíritu, ha impulsado la Fundación Siigo, que ya ha beneficiado a más de 10.000 jóvenes de bajos recursos, brindándoles acceso a la educación formal y herramientas para entrar al mercado laboral. “La transformación digital debe ir de la mano de la transformación social”, dice David.
Su prioridad hoy es seguir expandiendo Siigo en Latinoamérica, fortaleciendo la propuesta de valor para las pymes, e integrando herramientas de IA para análisis financiero y soporte automatizado. Pero también, continuar adoptando prácticas que minimicen el impacto ambiental, como la gestión de residuos, el uso racional de la energía y una operación con baja huella de carbono.
En su mensaje dirigido a otros directivos, David destaca: “La digitalización y la innovación no son un lujo, son una necesidad. Pero deben hacerse con propósito, escuchando al cliente, formando equipos resilientes y actuando con sentido humano. Solo así se construye un futuro sostenible para nuestras empresas y nuestros países”.