En Latinoamérica solo 1 de cada 2000 profesionales poseen habilidades y conocimientos necesarios para mitigar la crisis venidera.
La más reciente edición del ‘Chief Economists Outlook’, el informe publicado por economistas jefes en el Foro Económico Mundial, afirma que siete de cada 10 expertos consideran que cada vez es más probable una recesión económica en 2023.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que al menos un tercio de las economías mundiales entrarán, el año que viene, en recesión técnica, y calcula que hay un 25% de probabilidad de que la situación empeore.
Ante estas advertencias, es necesario que las empresas vayan más allá de una simple gestión de riesgos para lograr guiar a los equipos líderes, tácticos y operativos a través de la innovación sostenible.
“Limitar las conversaciones en torno a la sostenibilidad empresarial, a buenas prácticas en el área de recursos humanos, es un grave riesgo que corren las empresas del país”, dice Juan Ignacio Vélez, CEO de Akademy50. “Las empresas deben actuar con rapidez si quieren sobrevivir a esta era de grandes cambios. Sin embargo, en Latinoamérica, solo una de cada 2.000 empresas poseen las habilidades y conocimientos necesarios para mitigar la crisis venidera”.
Pero, ¿cómo pueden las empresas aprovechar esta oportunidad para impulsar su valor comercial y desarrollar su impacto transformador?
Según Vélez, los líderes empresariales, al igual que cualquier otro profesional, deberán desarrollar una comprensión y adaptación profunda al capitalismo consciente, desde un frente competitivo en torno a la cultura, la innovación y la productividad.
Así fue creada Akademy50, la primera startup que se dedica a enseñar a los equipos a monetizar la sostenibilidad, mediante el entrenamiento de sus líderes y sus organizaciones en la creación de modelos de negocio de triple impacto.
Juan Ignacio Vélez y Sergio Zuluaga, Cofundadores de la plataforma, ofrecen algunas ideas sobre cómo empezar, resumidas en cuatro pilares:
- Creación de empresas con propósito elevado: es imperativo orientar el trabajo que se realiza en la empresa hacia un fin común como proyecto de transformación social, esto ayudará a obtener beneficios como la evolución en las operaciones y el aumento de rentabilidad o de reputación de marca. Un buen punto de partida es definir un horizonte claro, en el que los colaboradores encuentren un sentido al empeño diario que ponen en sus trabajos.
- La integración de stakeholders: la importancia de enfocar los esfuerzos en integrar las demandas de los grupos de interés sigue vigente, solo así, se logrará fomentar su participación efectiva y con ello generar una mayor productividad.
- Implementación de la cultura consciente: el truco está en conectar a las partes interesadas con el propósito de su empresa, esto además ayudará a generar nuevos negocios.
- Implementación del liderazgo consciente: un líder con esta característica llevará la empresa a otro nivel, es importante que tenga la capacidad de guiar a su equipo, logrando clarificar la visión de la organización, trabajando siempre bajo las bases de los principios y valores, apoyadas por la trazabilidad y gobernanza sobre su rol y su impacto en sus equipos de trabajo.
“Todos estos elementos tienen como propósito sumergir a las empresas, cuanto antes, en el negocio de triple impacto, para ello, deberán respetar los tres criterios diferentes sobre sostenibilidad: económico, ambiental y social, con el objetivo de mejorar los indicadores de rentabilidad”, explican.