ANIF – Centro de Estudios Económicos explica que los Sistemas de Pagos Inmediatos (SPI) son infraestructuras que permiten transferencias de dinero en tiempo real entre distintas entidades, ofreciendo mayor seguridad y costos más bajos que los métodos tradicionales. Bre-B, el nuevo SPI colombiano, opera bajo un modelo mixto, donde el Banco de la República colabora con el sector privado para su implementación y operación.
Crecimiento del sistema y adopción de usuarios
Según ANIF, Bre-B cuenta con 88,3 millones de llaves registradas, equivalentes a 32,8 millones de clientes activos. Entre el 6 y el 13 de octubre de 2025, se realizaron 17 millones de transacciones por un valor acumulado de 2,3 billones de pesos. Esto refleja la rápida adopción y la utilidad del sistema para distintos tipos de usuarios en el país.
Versatilidad y facilidad de uso
Bre-B permite múltiples casos de uso, incluyendo pagos de persona a persona (P2P), persona a comercio (P2B), empresa a persona (B2P) y transacciones con el Gobierno (P2G o G2P). ANIF destaca que el uso de “alias” simplifica las transacciones, evitando que los usuarios deban compartir sus números de cuenta, lo que reduce fricciones y facilita la experiencia de pago.
Contexto internacional y comparación
A nivel global, más de 100 países ya cuentan con sistemas de pagos inmediatos. Estos pueden ser privados, como Transfiya en Colombia anteriormente, públicos, como PIX en Brasil, o mixtos, como en Perú. La adopción de Bre-B posiciona a Colombia dentro de esta tendencia internacional, con potencial de expandir su uso a diversos sectores de la economía.
Bre-B: resultado de colaboración público-privada
ANIF resalta que el Banco de la República, desde 2022, promovió mesas de diálogo con actores del sector financiero y tecnológico para desarrollar políticas públicas que facilitaran la creación de un SPI eficiente. De esta colaboración surgió Bre-B, consolidándose como un cambio estructural en el ecosistema de pagos colombiano.
Impacto en la economía y en la eficiencia financiera
El uso de Bre-B permite operaciones más rápidas y seguras, reduce costos operativos, incrementa la confianza de usuarios y empresas, y facilita la integración de pagos digitales en la economía cotidiana. ANIF enfatiza que esta infraestructura tecnológica es clave para fortalecer la competitividad y la inclusión financiera en Colombia.