Para los líderes que enfrentan el síndrome del impostor, existen estrategias prácticas que pueden ayudar a convertir la autocrítica en motivación. Calatayud destaca que «reformular el diálogo interno es clave. Cambiar la narrativa interna hacia una más positiva y realista implica reconocer y reemplazar pensamientos negativos por afirmaciones positivas sobre sus habilidades y logros».
Otra estrategia efectiva es mantener un registro de logros. Documentar y celebrar los éxitos ayuda a visualizar el progreso y a reconocer el propio mérito. Esto puede lograrse con un diario de logros o un tablero de reconocimiento en el lugar de trabajo.
Según The Impostor Phenomenon, la procrastinación y el sobreesfuerzo son respuestas comunes al síndrome del impostor, lo que puede derivar en agotamiento y afectar el rendimiento profesional. Buscar mentoría y establecer metas claras permite a los líderes enfocarse en lo que pueden controlar y celebrar avances concretos.
El rol de las empresas en la reducción del síndrome del impostor
Las organizaciones juegan un papel crucial en la creación de entornos laborales que minimicen el impacto del síndrome del impostor en sus colaboradores. Calatayud sugiere varias estrategias efectivas:
- Programas de desarrollo profesional: Diseñar planes personalizados que ayuden a los empleados a identificar sus fortalezas y áreas de mejora.
- Cultura de apoyo y feedback: Promover un ambiente donde la retroalimentación constructiva y el reconocimiento de logros sean una práctica habitual.
- Fomento de la mentalidad de crecimiento: Transformar la percepción del error en una oportunidad de aprendizaje para reducir el miedo al fracaso y aumentar la confianza.
Un mensaje para quienes creen que su éxito es solo cuestión de suerte
Para aquellos que sienten que su éxito es producto del azar y temen ser «descubiertos», Calatayud recomienda:
- Reconocer y valorar los logros personales, entendiendo que son el resultado del esfuerzo y las habilidades adquiridas.
- Aprender a aceptar elogios sin justificarse, reforzando la confianza en uno mismo.
- Buscar apoyo en mentores o colegas de confianza para recibir validación externa y una perspectiva objetiva.
- Practicar la autoafirmación y recordar los logros con regularidad para desarrollar una mentalidad de crecimiento.
El síndrome del impostor puede ser un obstáculo en el desarrollo profesional y el liderazgo, pero con las herramientas adecuadas, los profesionales pueden convertirlo en una oportunidad de crecimiento y fortalecimiento de sus habilidades.