En medio de la incertidumbre laboral que enfrentan miles de jóvenes colombianos, la industria tecnológica se posiciona como una de las principales alternativas para acceder al mercado laboral. Más allá de los cargos de entrada, este sector ofrece la posibilidad de construir trayectorias sólidas en áreas como inteligencia artificial, ciberseguridad, cloud y data centers.
Según el DANE, la tasa de desempleo juvenil en el trimestre abril-junio de 2025 fue de 15,3%, una reducción de 2,4 puntos frente al año anterior. Sin embargo, los retos persisten: uno de cada dos jóvenes no accede a educación o empleo formal y uno de cada cinco ni estudia ni trabaja. A esto se suma que, de acuerdo con informes del sector TIC, Colombia necesita más de 112.000 profesionales en áreas tecnológicas para suplir la demanda actual.
Innovación más allá de la técnica
Para Rafael Durán, gerente de Personas en SONDA Colombia, el talento joven no se mide solo en lo técnico. “Las compañías tecnológicas buscan cada vez más en los jóvenes ideas disruptivas y nuevas formas de enfrentar los retos. Pero para destacar no basta con dominar herramientas como ChatGPT o aplicaciones de automatización: se requiere pensamiento crítico, capacidad de análisis y un sello personal que diferencie”, asegura.
El sector, además, se ha convertido en una opción para iniciar carrera en cargos entry-level y luego escalar hacia posiciones más estratégicas. “Estamos en una era donde los jóvenes quieren crecer rápido, pero es clave valorar el proceso de aprendizaje”, añade Durán.
Habilidades que marcan la diferencia
- Las empresas coinciden en tres competencias clave que deben fortalecer las nuevas generaciones:
- Pensamiento crítico y consultoría para resolver necesidades reales de los clientes.
- Habilidades blandas como comunicación, empatía y trabajo en equipo.
- Paciencia y madurez para construir una carrera a largo plazo.
- En este escenario, las universidades enfrentan el desafío de replantear sus métodos de enseñanza. “Hoy un ensayo puede resolverse en cinco minutos con inteligencia artificial, pero eso no garantiza aprendizaje. La educación debe evolucionar hacia la formación de profesionales que interioricen el conocimiento y lo proyecten de forma creativa en el mercado laboral”, enfatiza Durán.
Nuevas formas de acercarse a los jóvenes
El talento no siempre se encuentra en ferias de empleo o eventos de tecnología. “Si queremos construir relaciones de largo plazo con las nuevas generaciones, debemos buscarlos en escenarios donde realmente se expresan y se sienten escuchados: deporte, wellness o debates culturales”, señala el directivo.
SONDA, por ejemplo, impulsa programas como Fresh Graduates, que vincula a recién egresados y fortalece la alianza con universidades, promoviendo diversidad y nuevas miradas en la resolución de retos.
¿qué esperar del futuro de la empleabilidad?
La tecnología seguirá siendo uno de los sectores con mayor capacidad de absorber talento joven. No obstante, algunos roles básicos están en riesgo de automatización. El desarrollador que solo programa código, por ejemplo, tendrá que migrar hacia perfiles de consultoría y atención al cliente. “La IA hará muchas de esas tareas, pero lo que no reemplaza es la empatía ni la capacidad de traducir necesidades en soluciones”, advierte Durán.
Además, según la consultora Flexjob, en 2025 las profesiones más demandadas para el trabajo remoto se concentran en tecnología de la información, gestión de proyectos y desarrollo empresarial, lo que confirma el peso del sector en la empleabilidad futura.
Para expertos del sector, la paciencia y el trabajo constante son insustituibles. La carrera profesional no se construye en un día: la tecnología abre oportunidades, pero depende de cada joven convertirlas en una plataforma de crecimiento real.