Con 17.000 jóvenes formados en habilidades técnicas hasta la fecha, la Fundación Escuela Taller de Bogotá presenta un modelo exitoso, en el cual la transformación social y las segundas oportunidades de vida, sí son posibles.
Creada en el centro de Bogotá el 28 de diciembre de 2005, la Escuela Taller de Bogotá encarna un sueño social que ha sido construido por un frente de instituciones muy importante: la Alcaldía Mayor de Bogotá (en cabeza de la Corporación la Candelaria), el Sena y el Ministerio de Cultura.
Desde su origen, el objetivo final ha sido claro: “ser una herramienta de paz. Por lo tanto, nos enfocamos principalmente en trabajar con poblaciones socialmente vulnerables, como jóvenes en riesgo de exclusión social, excombatientes, personas desplazadas y víctimas del conflicto armado en Colombia”, dice Jack Díaz Oundjian, vocero de la Escuela Taller.
Desde 2005, allí se capacita sin costo a jóvenes entre 18 y 25 años, en oficios tradicionales, como la construcción, la cocina y la carpintería, generándoles así opciones laborales.
Esta plataforma de educación se ha enfocado principalmente en la metodología de “aprender haciendo”. “Nuestros estudiantes aprenden a través de la práctica y de la experiencia, transformando sus vidas por medio de sus propias manos”, añade Díaz.
A la fecha, la fundación ha capacitado a más de 17.000 jóvenes, brindándoles habilidades técnicas y herramientas para mejorar sus perspectivas laborales y sociales. Además, a través de su enfoque en la construcción de comunidades, ha ayudado a fomentar la inclusión social y la cohesión en las zonas donde trabaja.
Para el 2023, la Fundación Escuela Taller de Bogotá, con el apoyo de la Unión Europea, el BID y el Ministerio de Cultura, tiene previsto capacitar a más de 80 personas. Su enfoque estará dirigido específicamente a mujeres madres cabeza de hogar y población venezolana migrante.
Dicha capacitación se enfocará en áreas como la construcción, con énfasis en restauración; jardinería y huertas; panadería; cocina colombo-venezolana; y carpintería, con énfasis en torno.
Es entonces cómo esta iniciativa valiosa sirve como espejo a la hora de construir estrategias para el desarrollo de habilidades y la inclusión social.
La Fundación así mismo se ha convertido en un referente para otras Escuela Taller en América Latina y el mundo, por sus componentes de innovación enfocados a la sostenibilidad.
“Nos hemos construido como ejemplo, porque se dan cuenta de la diversidad de manifestaciones culturales y de oficios que tenemos en nuestros programas de formación”, indica Jack Díaz.
Los 4 pilares de la Fundación Escuela Taller de Bogotá
• El Programa Nacional de Escuelas Taller de Colombia, se enfoca en la formación en los oficios que tienen un valor significativo para las regiones, y que se expresan como parte fundamental del patrimonio material e inmaterial.
• Rescate del patrimonio material e inmaterial, buscan el reconocimiento del patrimonio cultural en diferentes ámbitos, y la revaloración de los oficios tradicionales
• Modelo pedagógico “Aprender haciendo”, La práctica de los oficios tradicionales permiten trasmisión del conocimiento y los saberes.
• “Caja de Herramientas para la paz”, busca fortalecer en los jóvenes sus competencias comunitarias y a su vez promover procesos de convivencia, desde los ejes temáticos: Convivencia y cultura ciudadana, Derechos Humanos, y Procesos de reconciliación.