“Primero renuncio que subir la edad pensional”, dijo el presidente Gustavo Petro en respuesta a la polémica suscitada por una declaración del ministro de Hacienda, quien dijo que el tema se discutirá.
El Gobierno está a punto de destapar sus cartas de la propuesta de reforma pensional que llevará al Congreso en las sesiones extraordinarias del Congreso y la polémica ya está servida.
En una entrevista con El País, de Cali, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, aseguró el aumento de la edad “es un tema que discutiremos y llegaremos a un punto de vista del Gobierno. En la mesa de negociaciones está el tema”.
Pero, tal como ya ha sucedido con otros temas, otros funcionarios del mismo gobierno salieron a desmentir la noticia.
“El gobierno no tiene previsto aumentar la edad de pensión en la reforma pensional”, señaló en su cuenta de Twitter, Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Dapre.
Y aunque es poco probable que una propuesta de esta envergadura sea incluida en un proyecto de reforma pensional, algunos expertos sí han planteado su convivencia.
Stefano Farné, Director del Observatorio de Mercado Laboral de la Universidad Externado de Colombia, es uno de ellos. En una reciente columna, en Portafolio, señaló que jubilarse temprano, como pasa en Colombia, tiene dos importantes costos para el país.
“El primero radica en que, con el abandono temprano del mercado de trabajo, se desperdicia un enorme capital humano que se ha acumulado en el transcurso de la vida de los ciudadanos a través de los estudios y la experiencia laboral”.
Según el experto, a los 62 años muchos hombres -y aún más mujeres a los 57- podrían dar todavía una importante contribución a la sociedad. Pensamos, por ejemplo, a los docentes y al personal administrativo de las instituciones educativas.
“El segundo costo tiene que ver con la financiación de la pensión: si vivimos más años y nos jubilamos a la misma edad de siempre, habrá que financiar años de prestaciones pensionales que no son fondeadas por años de contribuciones. Este es un problema muy serio en el sistema de reparto administrado por Colpensiones, que, al parecer, se convertirá en el más importante pilar del nuevo sistema pensional”.
Los peros a la reforma del gobierno
Pero, ¿en qué consiste la propuesta de reforma pensional del gobierno?
Según el viceministro de Empleos y Pensiones, Juan Carlos Hernández, la iniciativa se basará en tres pilares.
– Un pilar solidario con el que el Gobierno financiaría una renta básica de medio salario mínimo legal vigente para los adultos mayores que no alcanzaron a obtener una pensión, lo que podría costar más de $13 billones al año.
– El contributivo, en el que el Estado busca que todos los trabajadores que ganan hasta cuatro salarios mínimos tengan que hacer sus aportes obligatorios a Colpensiones, que administra el régimen de prima media.
– Y, un tercer pilar, en el que las personas que tienen ingresos superiores los 4 salarios mínimos hagan aportes adicionales al Régimen de Ahorro Individual de las Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías, AFP.
Según la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, se trata de una reforma estructural, que busca generar mayor cobertura para que todos los adultos mayores no vivan de la caridad de sus familias y puedan tener una vejez digna.
Y aunque Hernández señaló que la reforma está pensada en la solidaridad y como enfoque de derechos, la propuesta es polémica y expertos como el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, la han calificado de “terrible”.
“Traslada 85% de las cotizaciones al régimen público, seca las AFP y el mercado de capitales, se gasta ese ahorro en subsidios, aumenta el déficit del sistema y su efecto fiscal, pues no hacen cambios paramétricos que reduzcan el déficit. Desastre mayúsculo”.
Según el vicepresidente técnico de Asofondos, Daniel Wills, la reforma pensional (como se ha planteado) se parece más a una reforma tributaria para darle mayores recursos al gobierno que una pensional para asegurar más y mejores pensiones.
“Bajo el disfraz de pilares, el gobierno propone pasar a más del 90% de los trabajadores a Colpensiones. ¿Por qué se beneficia? Porque como al ahorrar esos aportes, no tendrá que poner los $15 billones que pone para pagar las pensiones de Colpensiones”
“Dejar de ahorrar bajo la promesa que los próximos gobiernos tapan el hueco siempre será tentador porque se puede gastar lo que antes se ahorraba. Pero esto es irresponsable. Tomarse en serio el derecho a la pensión es asegurar que habrá recursos para pagar lo que se promete”.
En palabras de Wills, la propuesta pensional del gobierno es “pan para hoy y hambre para mañana”.