Que la inflación se resista a caer en EE.UU. es una mala noticia para las monedas del mundo, las de los países desarrollados y los emergentes, ya que si el banco central sube sus tasas se fortalecerá el dólar.
Este martes, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos revelará el dato de la inflación en enero y los mercados están previendo que el camino hacia la estabilidad de precios sea más complicado que lo previsto por el banco central de ese país, lo cual lo llevaría a tener que ser más agresivo en materia de tasas de interés.
Aunque en la volatilidad del precio del dólar hay factores locales, la subida de $40 este lunes hasta $4.818 (con un máximo de $4.834) parece inducida por el dato del índice de precios al consumidor en el país del norte, el cual habría subido 0,5% en enero, el máximo en tres meses y reforzado por los precios más altos de la gasolina.
“Si tenemos un mercado laboral que simplemente se niega a ‘enfriarse’ y si ahora tenemos una inflación que comienza a acelerarse, entonces creo que eso realmente aumenta la probabilidad de que la Fed siga adelante”, dijo Aneta Markowska, economista financiera jefe de Jefferies LLC a Bloomberg.
Que la inflación se resista a caer en EE.UU. es una mala noticia para las monedas del mundo, las de los países desarrollados y los emergentes, ya que si el banco central sube sus tasas (para tener a raya el costo de vida) se fortalecerá el dólar, lo cual significa probablemente un peso más débil.
Según el FMI, hoy el dólar domina cada uno de los aspectos de las finanzas mundiales. Prácticamente el 60% de las reservas de divisas de los bancos centrales del mundo, esencialmente sus fondos para épocas de vacas flacas, está invertido en activos dolarizados.
“Prácticamente todos los contratos de materias primas, incluidos los contratos para petróleo, tienen precios fijados y son saldados en dólares. El dólar se utiliza para denominar y saldar gran parte de las transacciones financieras internacionales”.