En 2019 se vendían en Colombia 25.5 millones de hectolitros de cerveza; cinco años después, la industria aumentó a 30.2 millones de hectolitros, y el número de marcas creció en más de 30%.
Tras diez años de iniciar operación representando en Colombia a Heineken, una de las marcas más valiosas del mundo, posteriormente trayendo otras marcas de renombre internacional y, en 2019 haber puesto en funcionamiento una de las plantas de producción más modernas de Latinoamérica, Central Cervecera de Colombia se ha convertido en un jugador estratégico para la industria cervecera del país. Lo anterior gracias a su contribución en la dinamización del mercado a través de ofrecer a los colombianos más opciones y experiencias, beneficiando a los diferentes actores de la sociedad: consumidores, canales de comercialización, gobiernos locales, empleados, entre otros.
Este hito no hace más que confirmar que la competencia trae solamente cosas buenas para el país. El consumidor se enfrenta a más opciones y nuevas experiencias gracias a la expansión del mercado cervecero. Con la llegada de Central Cervecera, el número de marcas en el país ha incrementado en más de 30%, existiendo más de 24 tipos de presentaciones y tamaños.
Y es que cada marca ha traído consigo una propuesta única que busca satisfacer los diferentes gustos y preferencias del consumidor en Colombia. Aunque aún hay mucho campo para explorar entendiendo los gustos, pasiones y necesidades del consumidor, el aumento en la variedad ha fomentado un ambiente competitivo en el que las cervecerías se esfuerzan constantemente por mejorar sus procesos y productos.
Mayor variedad y producción
Con la llegada de más marcas y mayor diversidad de opciones, el mercado cervecero en Colombia ha aumentado significativamente. Según data interna soportada por Nielsen, en 2019 se comercializaban 25.5 millones de hectolitros y ya para el 2023 el volumen había escalado hasta los 30.2 millones de hectolitros. Lo anterior se refleja en un consumo per cápita de casi 60 litros al año, consolidando a Colombia como el tercer país con mayor consumo en Latinoamérica según Euromonitor, detrás de México y Brasil.
El crecimiento del mercado se ha sostenido, en gran medida, gracias a la puesta en marcha en 2019 de la planta de Central Cervecera en Sesquilé, Cundinamarca, no solamente la más moderna del país, sino una de las más innovadoras en Latinoamérica. Con una capacidad productiva de 4 millones de hectolitros al año, genera más de 400 empleos directos e indirectos, mayoritariamente de gente de la región. A su vez, el aseguramiento de la inclusividad es también prioritario al ser una planta diseñada para que pueda ser operada tanto por hombres como mujeres, lo que lleva a tener actualmente más de un 30% de mujeres en el nivel operativo.
Una planta de vanguardia que mantiene un compromiso integral con su entorno, enfocándose en el cuidado del medio ambiente, el bienestar de sus empleados y la contribución positiva a las comunidades circundantes. A notar que entre el 25% y 30% de la energía utilizada por la planta la producen paneles solares instalados en la Cervecería y el resto de la energía se compra de fuentes renovables certificadas.
En el corazón del tendero
Uno de los puntos más significativos de este crecimiento del mercado, es el de los ingresos que representa la categoría de cerveza en el negocio de un tendero, los cuales se han visto revitalizados. En 2019, la cerveza representaba el 19% de los ingresos de una tienda tradicional. Hoy, 5 años después, son el 25%.
Además del aumento en sus dividendos, otras ventajas que han recibido los tenderos están relacionadas con una mayor frecuencia en las promociones que incrementan las compras, la profesionalización del negocio debido al crecimiento en la oferta, capacitaciones y asesorías proporcionadas por las cervecerías que ayudan a optimizar la gestión del inventario y a mejorar el servicio al cliente. Todo esto se ha traducido en el robustecimiento del sector minorista y en una relación más sólida entre ellos y sus clientes.
“La presencia de Central Cervecera de Colombia ha mejorado el dinamismo del sector. Con la existencia de competencia, el mercado se ha vuelto más vibrante, ágil e innovador. Esta nueva realidad impulsa la calidad y variedad de sabores y experiencias para los diferentes momentos de los colombianos y el negocio de los tenderos, que apoyamos desde el crecimiento de sus negocios”, afirma Felipe Mejía, gerente general de la compañía, cuyo portafolio está compuesto por Andina, Andina Light, Heineken, 3 Cordilleras, Miller lite, Sol, Tecate, Natumalta y Andina Refajo, su más reciente lanzamiento.
Desarrollo regional
Otro capítulo que refleja el salto de calidad desde la entrada de Central Cervecera de Colombia a la industria nacional ha sido el incremento en el recaudo de impuestos proveniente de la venta de cerveza. Un claro ejemplo está en Cundinamarca, región en donde está situada su planta de producción. Desde el 2014 a la fecha, el recaudo por Impuesto al Consumo ha crecido cerca de un 95%. Estos recursos se han destinado al desarrollo y al acceso a la salud, mejorando los sistemas de atención médica y su infraestructura. Gracias a esta contribución se han podido financiar proyectos vitales que impactan positivamente en la calidad de vida de los más de 3.5 millones de habitantes de la región.
A la luz de nuevas ideas
Con Andina se ha hecho algo sin precedentes en Colombia, apoyando y fortaleciendo el tejido social a través de la plataforma de “Fútbol No Profesional”, con la que se han apoyado más de 3.200 equipos, más de 90.000 jugadores no profesionales (52.000 camisetas), catalizando el crecimiento en más de 120 torneos barriales.
Además, Andina se ha querido identificar con el hincha colombiano que ha querido tener de vuelta a sus ídolos, como el caso de Radamel Falcao, quien a través de una alianza histórica vuelve al país con la camiseta de Millonarios.
Los aportes en materia de innovación también explican esta nueva dinámica. El hecho de contar con una de las marcas pioneras de cervezas artesanales en el país, creada por Juanchi Vélez un talento emprendedor colombiano, ha sido muy importante. La marca 3 Cordilleras ha contribuido significativamente al crecimiento del segmento artesanal, abriendo nuevas oportunidades y colaborando estrechamente con otros emprendedores microcerveceros. Esta iniciativa refleja el compromiso de la compañía por ampliar las fronteras de la creatividad, ofreciendo una nueva gama de sabores que son el resultado del ingenio colombiano en el segmento artesanal, y que se ajustan a lo que está pasando a nivel global en términos de su crecimiento.
Por otro lado, la democratización del acceso a la cerveza también tiene su capítulo en esta historia. La cerveza es una bebida universal sin importar los niveles socioeconómicos. De acuerdo con un informe de Nielsen del 2023, la cerveza es la tercera bebida más consumida en el planeta después del agua y del té. En Colombia es la primera más consumida junto con gaseosas, y seguidas de agua. Desde el 2018 en Colombia no se veía una cerveza que costara $1.500. Gracias a Tecate, marca representada por Central Cervecera de Colombia, se logró tener una opción para los colombianos, quienes, con sólo dos monedas, hoy pueden acceder a una marca de calidad internacional. De esta forma, el segmento “más económico” del mercado creció en un 300%, lo que demuestra que se le dio accesibilidad a consumidores que no podían disfrutar del producto.
Acceso a más sabores del mundo
Por último, desde hace una década, Heineken, una de las marcas de cerveza más valiosa del mundo según Brand Finance, ha cautivado el corazón de los colombianos y también ha ejercido un papel crucial en esta dinamización del sector cervecero colombiano. Elaborada con pura malta, con ingredientes de origen natural, en tanques de fermentación horizontal y levadura tipo A, son credenciales de peso dentro de su estándar de alta calidad. En el país, su presencia continúa marcando el camino a favor del desarrollo de una cultura cervecera de clase mundial.
La industria cervecera en Colombia está experimentando una transformación impulsada por jugadores que han revitalizado la oferta y han propulsado la demanda del mercado, un aire fresco y de renovación como nunca en su historia. “Somos optimistas con los resultados y soñamos con seguir potenciando los beneficios para todos los actores de la cadena, con una competencia sana que permita que la industria cervecera colombiana sea un verdadero motor de desarrollo para el país”, concluye Felipe Mejía.