Las familias empresarias con historias que abarcan siglos o incluso milenios han creado una serie de mecanismos para preservar su unidad familiar y mantener el compromiso con sus empresas. En el corazón de esta estrategia se encuentra el consejo de familia, un órgano de gobierno cuya función principal es la preservación de la unidad a lo largo de las generaciones. Este artículo se sumerge en la historia de una familia empresaria para explorar su enfoque ejemplar en la gestión de fondos de educación y salud, destacando las prácticas que han contribuido a su éxito continuo.
Tuve la oportunidad de asesorar a una familia empresaria de cuarta generación hace algunos años, la cual había heredado una rica tradición empresarial. Comprendían la importancia de cuidar a sus miembros y preparar a las futuras generaciones para asumir el legado familiar. Para lograrlo, habían establecido en su protocolo familiar una serie de decretos reglamentarios para administrar los fondos de educación y salud de manera efectiva, de la siguiente manera:
El decreto reglamentario establecía su compromiso con el cubrimiento de salud de los miembros de la familia. Sus disposiciones clave incluían:
- Garantizar el cubrimiento de salud para todos los miembros, incluyendo a las parejas.
- Mantener una póliza de salud global nacional que cubría costos mínimos.
- Recomendar una cobertura internacional para enfermedades catastróficas.
- Imponer responsabilidad individual en gastos adicionales de salud con la aprobación del consejo de familia.
Estas medidas garantizaban que la salud de los miembros fuera una prioridad sin dejar de ser sostenible, fomentando la responsabilidad individual en casos excepcionales.
El decreto reglamentario sobre el fondo de educación fue diseñado para fomentar la excelencia educativa en las futuras generaciones. Sus aspectos destacados incluían:
- Cubrir los valores mínimos de educación en instituciones de alto nivel.
- Incluir pregrados, postgrados, doctorados y educación no formal.
- Pagar directamente las matrículas a través del fondo de educación.
- Permitir préstamos sin intereses en situaciones excepcionales.
Este protocolo de familia había decidido retener el 10% de los dividendos para ambos objetivos, garantizando recursos sostenibles. En casos excepcionales, se permitían préstamos a los beneficiarios, fomentando el acceso a oportunidades educativas más amplias sin comprometer la viabilidad financiera del fondo.
La familia empresaria en cuestión estableció, en mi criterio, un modelo sólido de buenas prácticas en la administración de fondos de educación y salud, prácticas que pueden aplicarse a otras familias empresarias que buscan preservar su unidad y éxito empresarial. Las investigaciones han revelado que las familias empresarias con un legado centenario o milenario han empleado estrategias particulares para lograr estos objetivos, y dos de estas estrategias clave son:
a) Educación: La clave para la unidad familiar
La educación de primer nivel desempeña un papel crucial en la preservación de la unidad familiar en las familias empresarias longevas. Una educación de calidad no solo proporciona conocimientos, sino también fomenta el autoconocimiento y el autodesarrollo, lo que facilita la integración en la sociedad y el entorno empresarial. La educación de alto nivel brinda una visión más clara del proyecto de vida y refuerza la comprensión de que las empresas deben ser dirigidas por expertos en sus campos. Esto evita la confusión entre el derecho de propiedad y la capacidad de liderar una empresa.
Facilitar el acceso a la educación, desde la educación primaria hasta los niveles más avanzados, permite que los miembros de las ramas familiares con recursos limitados mantengan su nivel educativo. Además, el seguimiento y la concesión de recursos educativos se basan en resultados y recompensas, lo que fomenta la responsabilidad individual y ejemplifica el apoyo familiar cuando se trabaja en este objetivo educativo.
b) Salud: Unión en los momentos difíciles
La provisión de servicios de salud es otra práctica común en las familias empresarias. Esto ayuda a las ramas familiares que, por diversas razones, no pueden acceder a servicios de salud de alta calidad. La experiencia de estas familias demuestra que, ante problemas de salud, los familiares tienden a unirse y brindar apoyo incondicional. La prevención y el apoyo mutuo son fundamentales en esta dinámica.
Al igual que en el caso de la educación, la responsabilidad y los resultados están entrelazados. Se proporcionan facilidades de salud a aquellos que hacen un uso responsable de ellas. Las familias empresarias pueden variar en su enfoque; algunas establecen valores mínimos para estos aspectos y permiten que los máximos se gestionen individualmente. Otros fundadores pueden optar por proporcionar el máximo apoyo en estos aspectos, basándose en sus valores personales y filosofía familiar.
Las familias empresarias longevas han desarrollado un enfoque holístico para preservar su unidad familiar a lo largo de generaciones. Al promover la educación y garantizar la salud de todos los familiares, independientemente de la rama a la que pertenezcan, estas familias fortalecen su cohesión y aseguran que las futuras generaciones estén preparadas para asumir sus responsabilidades empresariales. Estas prácticas son ejemplos valiosos de cómo equilibrar la prosperidad empresarial con el bienestar de la familia, creando un legado duradero de éxito y valores compartidos.
En resumen, la gestión efectiva de fondos de educación y salud no solo beneficia a los miembros de la familia, sino que también contribuye a la continuidad y el éxito de las empresas familiares a lo largo del tiempo. El compromiso con la educación y la salud como pilares fundamentales de la estrategia familiar es una lección valiosa que otras familias empresarias pueden considerar en su búsqueda de la unidad y la prosperidad duradera.