En un mundo en el que la transformación digital y el tráfico de información no se detienen, los negocios se enfrentan a retos cada vez mayores para abordar de manera correcta los datos y, con ello, tomar decisiones que impulsen su éxito empresarial. De acuerdo al informe Grand View Research, se prevé que la industria del CRM tenga un crecimiento del 14.27% entre 2020 y 2027, por lo cual, parece valioso señalar cómo los empresarios pueden explotar por completo el potencial de esta solución.
Conocer cada vez mejor a los clientes, núcleo de cualquier empresa, es un objetivo claro que permitirá que marquemos estrategias de crecimiento y posicionamiento en el mercado. Es aquí cuando el CRM (Customer Relationship Management) y la analítica de los datos de nuestros clientes entran en juego. Más que una herramienta que nos permite centralizar y realizar una gestión 360° al integrar todos los departamentos de nuestra empresa, el CRM se ha convertido en una oportunidad para sacar provecho de cada dato arrojado en la operación, desde hábitos de consumo hasta problemas frecuentes. Esto nos permite adelantarnos a las tendencias del mercado y marcar una pauta para ofrecer nuestros productos y servicios con base a las necesidades del cliente. Así pues, el éxito del día a día no se basa exclusivamente en la gestión de los requerimientos, hoy se nos demanda aprovechar al máximo la información que podamos recopilar dentro de la operación en tres etapas claves:
La primera de ellas es ver el CRM como una valiosa fuente de datos sobre nuestros clientes, donde es posible registrar la información de contacto, historial de interacción, preferencias, información sobre la operación, entre otros, lo que nos permitirá entender el comportamiento de nuestros clientes y el mercado en general. Estos datos son la base para comprender quiénes son los clientes y cómo se relacionan con la empresa.
Otra etapa clave es hacer uso de los datos, pues no se trata solo de recopilarlos. Implementar herramientas de análisis permite a los líderes extraer información significativa a partir de dichos datos. Puesto así, usar el CRM indicado le ofrece la posibilidad a su empresa de identificar tendencias, patrones de compra, segmentos de clientes y oportunidades de mejora en sus estrategias.
La tercera etapa es conocer mejor nuestro entorno para la toma de decisiones. Cuando las empresas utilizan un CRM en conjunto con el análisis de datos pueden tomar decisiones informadas. Por ejemplo, pueden personalizar ofertas y promociones, ajustar estrategias de marketing, prever la demanda y mejorar la atención al cliente en función de los datos recopilados y analizados.
El CRM es mucho más que una herramienta de gestión comercial, es un aliado, que se convierte en un impulsor esencial en la toma de decisiones basada en datos. Al aprovechar la analítica, las empresas pueden comprender mejor a sus clientes y adaptar sus estrategias para satisfacer sus necesidades de manera más efectiva.
Desde Novasoft invitamos a los empresarios a entender la implementación de un software CRM no solo como una adquisición tecnológica, sino también como una inversión en el conocimiento de sus clientes y en la mejora continua de su negocio.
La toma de decisiones basada en datos no solo es una tendencia, es un imperativo para el éxito empresarial de hoy. Aquellas empresas que abracen esta tendencia estarán mejor posicionadas para competir en el mercado actual y futuro.