Es usual escuchar que la estrategia Patrimonial, Corporativa, y de portafolio son diferentes. La primera centrada en un enfoque sobre la gestión, preservación y crecimiento del patrimonio de una familia; la segunda sobre la gestión y generación de valor de una compañía; y la tercera sobre la gestión y generación de valor sobre las inversiones liquidas en papeles comerciales de una familia o empresa. Sin embargo, cuando una familia empieza a implementar su estrategia patrimonial dentro de una compañía holding, y además con manejo de liquidez de un portafolio, inmediatamente las tres se empiezan a confundir.
Hace unos días, una familia empresaria con la que estamos trabajando su protocolo familiar, entró en una polémica conceptual al momento de hablar de su visión y estrategia patrimonial, debido a que no tenían clara la diferencia la estrategia Patrimonial, la corporativa y de portafolio. El primero concepto se usaba mucho a nivel de las personas, el segundo a nivel de empresa y el tercero al manejo de las inversiones liquidas personales o empresariales. A continuación, busco explicar cada una con algunos ejemplos, y finalmente concluir y dar recomendaciones.
La Estrategia Corporativa ha sido un término utilizado principalmente por grandes corporaciones, cuyo objetivo ha sido decidir en qué negocios debe o no estar, buscando casi siempre la diversificación relacionada o no relacionada, que en principio diluya el riesgo de los accionistas. Se establecen los criterios mediante los cuales la corporación invertirá o no en un negocio en particular, mediante la asignación de recursos, en los que usualmente se genera una competencia por parte de las unidades de negocio que están necesitadas de reinversión y/o nuevos recursos con el ánimo de crecer el valor económico de las mismas que es usualmente el mecanismo de compensación de sus gerentes. Son muchas las herramientas que se tienen actualmente para poder ayudar en torno a decisiones de una Junta Directiva de una corporación, como la famosa matriz del BCG que a groso modo identifica unidades de negocio, como las “estrella”, a las que se les debe invertir liquidez obtenida de las unidades “vacas lecheras”, además se debe desinvertir en las unidades donde no tienen una participación de mercado adecuado o con potencial de crecimiento bajo. Las corporaciones han tenido muchos detractores en la historia, en especial por el concepto, de quién es el responsable de diluir el riesgo, en esta figura la responsable es la corporación, porque de hecho al realizar la dilución del riesgo genera menos rentabilidad, versus el enfoque tradicional de “Zapatero a tus zapatos” que ha generado más rentabilidad, pero que tiene un riesgo mayor, y este tipo de empresa entrega buenos dividendos por acción, suficientes e interesantes para que el individuo-inversionista diluya personalmente su riesgo comprando otro tipo de acciones en su estrategia de manejo de portafolio. En conclusión la estrategia corporativa se centra en la gestión y creación de valor de una corporación.
Para mayor comprensión de estrategia corporativa, imaginemos una empresa del sector petrolero que después de un análisis del comportamiento del mundo, decide que su estrategia debería ser más amplia que simplemente extraer y comercializar petróleo y sus derivados, llegando a la conclusión que la empresa “debe proveer al mundo de energía cada vez más renovable” entonces su nueva estrategia consiste en la diversificación, es decir ahora pasa de solo ser petrolero a tener nuevas unidades de negocio como la energía eólica, fotovoltaica, hidrógeno, etc., de manera que va diversificando su portafolio de negocios bajo un mismo propósito. Obviamente, todas las unidades de negocio tienen una configuración diferente en ingresos, costos y gastos, por lo tanto, diferentes rentabilidades, que hacen que la empresa original seguramente sea menos rentable, por pasar a tener diferentes riesgos sin la suficiente experiencia; por estar pensando en un futuro de transición energética a energías renovables, espera que los ingresos de las nuevas unidades vayan siendo más rentables a medida que se va acabando con la unidad original.
La Estrategia Patrimonial es un término utilizado principalmente para familias o personas naturales, con el objetivo de decidir cuáles son los diferentes componentes de su patrimonio, el nivel de riesgo y de rentabilidad esperados en cada uno de éstos. De esta manera es posible para muchos miembros de una familia sentirse a gusto al pertenecer a un patrimonio común que tienen en cuenta sus intereses, motivaciones y en especial su aversión o propensión al riesgo. Un ejemplo, de una estrategia patrimonial, puede ser que la familia posee actualmente un patrimonio que está compuesto de manera proporcional de la siguiente manera: a) 85% en un negocio central bajo su control, que tiene un riesgo medido entre 1 como muy bajo a 5 muy alto, de 4 puntos y una rentabilidad sobre patrimonio (ROE) de los últimos 5 años de 25%; b) 10% en temas inmobiliarios con riesgo de 2 puntos y un ROE de 8%; y c) 5% en activos de ocio sin riesgo, ni rentabilidad. La anterior configuración nos arroja un ROE de todo el patrimonio de 21,8% y un nivel de riesgo de 3,6. Adicionalmente, el 100% de ese patrimonio está en un solo país. Ahora bien, después de una sana discusión en familia, bajo la temática de qué tipo de patrimonio quisieran a 10 años, terminan acordando bajo consenso que este patrimonio debería pasar a ser: a) 50% negocio central con 25% de ROE y 4 de riesgo; b) 25% inmobiliario con 8% de ROE y 2 de riesgo; c) 10% liquidez con 4% de ROE y 2 de riesgo; d) 5% en nuevos negocios con 5% de ROE y 5 de riesgo; e) 5% en activos de ocio con 0% de ROE y 0% de riesgo. Esta nueva configuración con un nivel de riesgo medio bajo de 15,2 de ROE y 3,0 de riesgo y un 70% de concentración del patrimonio en el país. En conclusión, la estrategia patrimonial se centra en la gestión, creación de riqueza y preservación de un patrimonio familiar o personal.
La estrategia del portafolio, se refiere a la forma de invertir esa parte del patrimonio líquido del caso anterior, en papeles de renta fija o variable en el mercado de valores nacional o extranjero. Donde se usa el concepto de rentabilidad y riesgo, entendido este segundo como la volatilidad del mercado de esas acciones, y tratar de ubicar un portafolio en la curva de indiferencia de estos dos conceptos.
Ahora bien, muchas familias, usan compañías holding o corporaciones como mecanismo de implementar su estrategia patrimonial, por lo tanto, es en ese momento que los tres conceptos se pueden mezclar. Ya que se convierte la estrategia patrimonial en una estrategia corporativa, y la estrategia patrimonial se puede ver como una estrategia de portafolio. En mi criterio, lo sano es pensar primero en lo patrimonial, después en la estrategia corporativa, usarla para las empresas centrales bajo control y por último, la estrategia de portafolio, para manejar el patrimonio líquido.