Estamos en un momento muy interesante para la aparición de nuevos trabajos, lo que, sin duda, tiene un impacto en las carreras universitarias y en los estudios de posgrado, ya que las universidades deben diseñar programas que desemboquen en la empleabilidad de los estudiantes.
El avanzado ritmo de penetración de la tecnología en todas las esferas de la vida y la transformación digital iniciada por la pandemia, ha consolidado carreras como las ingenierías informáticas y ha sentado las bases para los estudios centrados en el análisis y procesamiento de datos, en la aplicación de la inteligencia artificial o en el desarrollo de la robótica. También se han reorientado algunas carreras como los estudios de Administración y Dirección de Empresas, a los que se les ha incorporado asignaturas que tienen que ver con la innovación, la sostenibilidad o el desarrollo del talento de los equipos.
El contexto de cada país y las condiciones del macroentorno de cada área influyen en la creación de determinadas carreras y en su evolución. Los sistemas económicos y las áreas en crecimiento son determinantes para las carreras o estudios que los estudiantes demanden. Por ejemplo, en áreas donde el turismo sea una fuente de ingresos importante y condiciona la estructura económica de la zona, estos estudios serán más demandados porque son fuente de trabajo y constituyen una salida profesional. Es destacable el terreno que están ganando los dobles grados, donde se relacionan áreas del saber, que ofrecen al estudiante un prisma muy interesante de la realidad y le ayudan a desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo. En este sentido, las humanidades cobran protagonismo y son el aliado perfecto para cualquier rama del saber.
Habilidades esenciales para los profesionales
Las habilidades son humanas y todas las personas tenemos la capacidad de entrenarlas, integrarlas, desarrollarlas y consolidarlas. Cada ser humano es único, singular e irrepetible, por lo que cada uno tiene su estilo, su impronta y deja su huella personal. Entre las habilidades específicas más relevantes encontramos:
- La capacidad de hablar en público con convicción, con dominio del tema y con influencia.
- La capacidad empática es esencial para conectar con las audiencias, con los clientes y con los equipos, comprendiendo el estado emocional y teniendo en cuenta las condiciones que rodean a esos públicos.
- Tener una visión estratégica y desarrollar la amplitud de miras para crear proyecciones o escenarios futuros y tomar decisiones.
- Las habilidades que rodean a la creatividad son muy relevantes para que las organizaciones se encaminen hacia la innovación.
- El arte de hacer preguntas para cuestionar lo que nos rodea con otra mirada.
- La capacidad para realizar asociaciones y conexiones o el cambio de perspectivas para apreciar otros ángulos que antes pasaban desapercibidos.
Estas habilidades se potencian con asignaturas específicas en las que trabajamos la comunicación, la capacidad de liderazgo, la inteligencia emocional o la gestión de equipos. Y las asignaturas se enfocan hacia el área de estudio elegida por el alumno, ya sea el campo de la empresa, la educación, la tecnología o la salud, por citar algunos, y se trabajan combinando las sesiones prácticas y experienciales con la parte más académica o de base teórica.