A medida que el calendario se aproxima a su fin, los empresarios renovamos nuestra tradición de reflexionar sobre los logros, desafíos y aprendizajes del año que dejamos atrás, mientras proyectamos nuestras metas y aspiraciones para el nuevo año. Este artículo, ya convertido para mí en un ritual, nos permite evaluar el impacto de nuestras acciones pasadas y redirigir esfuerzos hacia el progreso colectivo.
En 2024, los deseos empresariales expresaron una búsqueda constante de estabilidad y resiliencia en medio de un entorno político, económico y social complejo. De los doce deseos formulados, nueve se materializaron con resultados tangibles, mientras que tres quedaron como aspiraciones incompletas, reflejando las limitaciones de un panorama en constante cambio. Este balance nos invita no solo a aprender de las experiencias, sino a renovar nuestro compromiso con la transformación positiva.
El año 2024 cerrará con un crecimiento económico estimado del 1.6%, ligeramente superior al esperado, pero aún lejos de las cifras ideales para una recuperación robusta. Se prevé que la inflación cierre en 5,7% para, aún por encima de la meta del Banco de la República del 3%. Aunque las tasas de intermediación del Banco de la Republica bajaron al 9,5% seguirán siendo un desafío para la inversión privada. A nivel sectorial, la construcción mostró una leve recuperación. Sin embargo, al cierre del año debido a la caída de la inconveniente reforma tributaria, el gobierno ha decidido suspender los subsidios de “Mi casa ya” lo que agravará más a este sector, mientras que el comercio exterior enfrentó retos derivados de tensiones globales.
Entre los logros más destacados, resaltamos avances en infraestructura, con varios proyectos clave puestos en marcha, y una mayor estabilidad en el suministro energético, mitigando los efectos adversos del fenómeno del Niño. Sin embargo, la reforma de salud quedó pendiente, y las diferencias sobre la reforma laboral se mantuvieron sin resolver, dejando un vacío en políticas fundamentales para el desarrollo empresarial.
En este contexto, presentamos los 12 deseos empresariales para el 2025, inspirados en la resiliencia y la innovación como motores de transformación:
- Impulso al crecimiento económico sostenible.
Deseo: Alcanzar un crecimiento del 2% al 3%, apoyado en políticas públicas coherentes y estímulos a la inversión productiva.
- Reformas consensuadas y efectivas.
Deseo: Promover reformas laborales y de salud que equilibren sostenibilidad empresarial y bienestar social, garantizando condiciones claras para la permanencia de un sistema de salud y garantizar un empleo debido a la generación de más y mejores empresas.
- Apoyo a la transformación digital
Deseo: Incentivar la adopción de tecnologías digitales en todos los sectores, fomentando la competitividad y la inclusión tecnológica.
- Fortalecimiento del comercio internacional.
Deseo: Diversificar mercados y consolidar tratados comerciales para contrarrestar la desaceleración global y aprovechar nuevas oportunidades. - Seguridad jurídica y estabilidad tributaria
Deseo: Establecer reglas claras que generen confianza para la inversión local y extranjera, evitando modificaciones imprevistas en el régimen fiscal. - Desarrollo de infraestructura sostenible
Deseo: Priorizar proyectos que integren sostenibilidad ambiental, generación de empleo y mejoramiento de la competitividad regional. - Consolidación del sector energético
Deseo: Asegurar una transición energética equilibrada que combine fuentes renovables y tradicionales, garantizando estabilidad en el suministro. - Estímulos a la innovación y el emprendimiento
Deseo: Crear incentivos tangibles para startups y pymes, fomentando ecosistemas de innovación que diversifiquen la economía. - Educación y formación para el empleo del futuro
Deseo: Reforzar alianzas entre el sector educativo y empresarial para formar talento en áreas estratégicas como tecnología y sostenibilidad. - Mitigación de impactos del cambio climático
Deseo: Establecer políticas y alianzas público-privadas para reducir emisiones y fomentar prácticas empresariales sostenibles. - Paz y cohesión social
Deseo: Continuar trabajando por acuerdos que promuevan un entorno pacífico y favorable para el desarrollo empresarial. - Un entorno global más estable
Deseo: Esperar la resolución de conflictos internacionales y el fortalecimiento de economías clave como China y Estados Unidos, esenciales para la estabilidad global.
En retrospectiva, el 2024 nos dejó lecciones importantes sobre la importancia de la adaptación, el diálogo y la innovación en un mundo lleno de incertidumbres. Este 2025 nos desafía a consolidar los aprendizajes y a redoblar esfuerzos en pro de un crecimiento inclusivo y sostenible. Con optimismo renovado, los empresarios nos preparamos para un año que, aunque complejo, promete ser una oportunidad para construir un futuro resiliente y próspero.