Emprender en pareja ha sido una de las alternativas más usadas para buscar el tan anhelado equilibrio entre la vida y el trabajo. Sin embargo, aunque tiene muchos beneficios también tiene muchos desafíos. Este artículo explora 5 desafíos para no terminar con el corazón roto y los bolsillos desocupados.
El término “Copreneur” en español “co-emprendedor”, es una combinación de dos palabras “Couple” pareja y “Entrepreneur” emprendedor, y se refiere a una pareja de casados o con una relación afectiva, donde ambos son propietarios y operan un negocio. En otras palabras, son pareja tanto en la vida como en los negocios y comparten las responsabilidades y retribuciones de dirigir y operar una empresa.
Esta forma de vida se ha vuelto cada vez más popular en los años recientes, debido a que cada vez más parejas quieren encontrar un balance en sus vidas profesionales y personales, y creen que lo pueden hacer al trabajar juntos. Algunas de las ventajas incluyen el compartir metas y propósitos, mayor flexibilidad, y el apalancamiento de usar las fortalezas y experiencias de cada uno. Sin embargo, también puede traer grandes retos como el gestionar las dinámicas de una relación personal dentro del contexto de una empresa y mantener una sana relación de pareja.
Hace algunos años conocí unos “co-emprendedores” que pidieron ayuda porque estaban en un momento muy crítico de su relación de pareja y socios. Todo empezó con el sueño que tenía principalmente ella, que después de estudiar en París para ser Chef, quería crear su propia repostería en Colombia inspirada en los sabores de Francia, además deseaba con ansias cumplir una función social, al ofrecer oportunidades de empleo para mujeres de escasos recursos económicos. Su marido, que lo conoció cuando estudiaba en Francia, administrador de empresas, se entusiasmó con el proyecto de iniciar una vida en Colombia y decidió, no solo dejar su ciudad natal, sino convertirse en el administrador mientras su esposa se encargaba de la operación.
Al principio, todo parecía funcionar muy bien, sin embargo, muy pronto aparecieron los primeros problemas, ¿quién manda a quién?, la responsabilidad compartida de la gerencia, al estilo “Bicefalia” empezó a traer problemas en la relación, ya que el estilo de él se basaba más en la rentabilidad del negocio y el estilo de ella en la función social, el cuidado por los stakeholders por encima de la rentabilidad del negocio, lo cual puso en aprietos de caja a la empresa en muchas ocasiones, y aunque, tenían espacios de conversación, no se decían los temas con la claridad suficiente para no herir al otro. Otro aspecto, que empezaron a sentir fue la forma como los empleados empezaban a jugar con la falta de claridad de la jerarquía, sabían que le preguntaban a uno o a otro, dependiendo del tema, para obtener la autorización; “Divide y reinarás” decía uno de los empleados más hábiles, que conseguía todo lo que quería con este juego, hasta que efectivamente empezaron las peleas de la pareja en frente de los empleados. El tema siguió incrementando el nivel de dificultad, porque la estrategia de crecimiento de la empresa, no era común entre los dos y mientras el marido deseaba crecer muy rápido en las ciudades grandes, ella quería crecer despacio, pero en ciudades intermedias, donde pudiera cumplir más con su función social. Todo esto terminó por llevarse a casa, donde siguió empeorando cuando llegaron los hijos, pues tenían poca disponibilidad de tiempo para el negocio, los hijos, y la pareja, que fue uno de los temas que olvidaron ambos desde el inicio del negocio. Años después, cuando su negocio alcanzó el éxito y crecimiento soñado, habían tomado la decisión de separarse como pareja y ahora discutían la forma de separarse como socios, obviamente, habían aparecido otras personas en sus vidas. ¿Qué fue lo que motivó a esta pareja de recién casados a terminar diez años después en una separación dolorosa?, a partir de esta experiencia, mencionaré a continuación cinco retos o desafíos comunes y sus posibles soluciones:
- Límites Claros: Cuando una pareja trabaja junta, puede ser difícil separar su vida personal de lo profesional. Esto puede conducir a conflictos y agotamiento. Para hacer frente a este desafío, los co-emprendedores deben establecer límites claros entre su vida personal y profesional. Por ejemplo, podrían reservar horas y lugares específicos para trabajar y hacer un esfuerzo consciente para priorizar su relación fuera del trabajo.
- Lucha de poder: En cualquier sociedad, existe la posibilidad de que se produzcan luchas de poder y desacuerdos sobre la toma de decisiones. En el co-emprendimiento esto suele complicarse por el hecho de que los socios también están en una relación personal. Para mitigar ese desafío, los co-emprendedores deben establecer funciones y responsabilidades claras para cada uno y comunicar con apertura y honestidad sus expectativas. Debe haber un jefe, las bicefalias muy pocas veces tienen éxito, y ese jefe debe tener un órgano de gobierno superior con terceros independientes.
- Fallas de comunicación: La comunicación es clave en cualquier empresa, pero especialmente importante en el co-emprendimiento. Los emprendedores deben ser capaces de comunicarse con efectividad entre sí, así como con los empleados y demás partícipes. Para abordar este desafío, los co-emprendedores deben establecer órganos de gobierno formales de comunicación desde los comités gerenciales, y un consejo asesor con personas independientes, que ayuden y cuiden la empresa mediante una definición clara de la estrategia, la estructura, los sistemas de compensación y de evaluación.
- Equilibrio entre el trabajo y la vida: Cuando una pareja trabaja junta, puede ser difícil mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida. Los emprendedores pueden encontrarse trabajando 24 horas al día, lo que puede provocar agotamiento y tensión en su relación personal. Para abordar este desafío, los co-emprendedores deben establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo personal, así como priorizar el cuidado personal y el tiempo libre. Recuerden el amor es un verbo y deben hacer actos de amor siempre que sea posible, pues eso de que el amor se acaba es una excusa.
- Riesgo Financiero: Comenzar y dirigir un emprendimiento puede ser financieramente riesgoso, y los co-emprendedores pueden tener que arriesgar sus finanzas personales. Para mitigar este desafío, los co-emprendedores deben establecer una estrategia patrimonial familiar clara, buscando no colocar todos los huevos en la misma canasta.
En general el co-emprendimiento puede ser un camino gratificante para las parejas, pero requiere planificación, comunicación y compromiso, de una manera más cuidadosa que en cualquier otro tipo de empresa. Al abordar estos desafíos de frente y trabajando juntos como equipo y en especial con terceros independientes, los emprendedores pueden construir un negocio exitoso y una relación personal sólida.