La renuncia del CEO de la compañía, Félix Antelo, empeora la situación de la aerolínea low cost que, a pesar de la crisis que atraviesa, cuenta con varios pretendientes.
Luego de anunciar que dejaría cinco aviones en tierra, de los 21 que mantenía en operación, la compañía pionera en el mercado del ‘low cost’ sufrió la pérdida de su CEO, Félix Antelo, quien decidió dar un paso al costado.
“Con mucho dolor escribo este mail, para contarles que hoy he renunciado al cargo de presidente y CEO. Cuando entré, Viva era una compañía mucho más pequeña, pero son un gran potencial ¡y la verdad que decidimos tomar ese potencial! En el camino, que nunca nos lo puso fácil, nos tocó enfrentar el camino de flota, darle la vuelta a nuestros indicadores de puntualidad hasta hacernos reconocer”, señaló el directivo.
En horas de la tarde fue revelado que Francisco Lalinde asumirá como CEO interino de la aerolínea. Con 30 años de experiencia en la industria aérea, el directivo ha sido parte del equipo Viva durante casi cuatro años y a la fecha se desempeñaba como vicepresidente de operaciones.
La paradoja es que, a pesar de la crisis que atraviesa, Viva cuenta con tres pretendientes que han mostrado su interés por salvar a la compañía. Avianca, con quien ya tiene un acuerdo para ser parte del Grupo Abra, del que haría parte la brasileña Gol; Jet Smart y Latam Airlines.
“Pedimos a la Aeronáutica Civil celeridad en la respuesta ante el proceso que iniciamos hace meses, con el objetivo de asegurar la permanencia de Viva en el mercado. Dilatar esta decisión es atentar contra el empleo formal, así como la conectividad de las regiones del país”, dijo Adrian Neuhauser, presidente y CEO de Avianca, tras revelarse la renuncia de Antelo.
Y aunque una decisión de la Aerocivil que declaró nulo lo actuado por ella misma en el proceso le dio un segundo aire de esperanza a la compañía, el gobierno parece debatirse entre la necesidad de preservar más de 5.000 en empleos que genera Viva (entre los directos e indirectos) y evitar que Avianca sume un poder de mercado del 60%, lo que según sus competidores crearía un monopolio.
Ante las dificultades de Viva, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, le pidió a Sergio París, director de la Aeronáutica Civil, que acelere el proceso de respuesta sobre la fusión entre Avianca y Viva. O que al menos establezca una fecha en la que se conocerá la decisión.
En el correo enviado el 14 de febrero, Reyes dice que “Viva ha venido manifestando que presenta dificultades económicas en su operación (…), lo que demanda se resuelva la solicitud de integración con el menor tiempo posible por parte de la entidad suscrita a su cargo”.
El funcionario incluso reenvió un mensaje de Antelo en el que le pide al MinTransporte que interceda por él ante la Aerocivil. Antelo adjuntó los estados de cuenta de Viva para argumentar que la empresa está en crisis.
Al mismo tiempo, la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, lleva a cabo una investigación contra Avianca y Viva por por afectación a la libre competencia.
El proceso fue radicado el 6 de diciembre, por “prácticas empresariales restrictivas”, ya que ambas compañías hicieron un acuerdo para formar parte de un mismo grupo empresarial en abril, sin haber hecho una solicitud en tal sentido.
Según la entidad, en abril el dueño de Viva, Declan Ryan, vendió el 100% de las acciones a Roberto Kriete, accionista de Avianca y presidente de su Junta Directiva, y la solicitud para integración operativa empresarial solo se realizó en agosto.
De hecho, este martes 21 La Silla Vacía reveló que la SIC tiene pruebas de que las dos compañías están secretamente fusionadas de manera ilícita hace meses. “Una fusión que violaría, según la SIC, las reglas de la libre competencia y perjudicaría a los viajeros”.
Según el mismo medio, en el pliego de cargos de la SIC se revela que “personas vinculadas al grupo empresarial al que pertenece Avianca son quienes estarían ejerciendo los derechos políticos sobre Viva Air”. Si la SIC falla en contra de las aerolíneas, la multa podría bordear el billón de pesos.
“Los dos ejecutivos, Enrique Luna y José Luis Caballero, renunciaron al control de Viva luego de que se publicó el pliego de la SIC, en diciembre del año pasado. Sin embargo, el movimiento deja profundas dudas sobre la independencia entre ambas compañías, que han solicitado formalmente fusionarse ante la Aeronáutica Civil, en un proceso que avanza con varios cuestionamientos”.
De momento, el proceso de la SIC sigue su curso y no está claro cuándo la Aerocivil emitirá un nuevo concepto, aunque se ha especulado con que esto podría ocurrir a comienzos de marzo.
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