El prestamista BlockFi se declaró en bancarrota, lo que la convierte en la última gran empresa de activos digitales en quebrar desde FTX, con la que BlockFi está financieramente entrelazada.
Este lunes, el prestamista de criptomonedas BlockFi Inc. se declaró en bancarrota, lo que la convierte en la última gran empresa de activos digitales en quebrar desde FTX, con la que BlockFi está financieramente entrelazada.
Fundada en 2017 por Zac Prince y Flori Márquez, BlockFi presta dinero a los clientes utilizando sus activos de criptomonedas como garantía.
En un comunicado, la empresa reveló que utilizará el proceso del Capítulo 11 para «centrarse en recuperar todas las obligaciones que sus contrapartes le deben a BlockFi, incluidas FTX y las entidades corporativas asociadas», y señaló que es probable que las recuperaciones se retrasen por la propia quiebra de FTX.
La bancarrota del Capítulo 11 permite que una empresa continúe operando mientras elabora un plan para pagar a los acreedores.
La petición, presentada en Nueva Jersey, enumera los activos y pasivos de BlockFi entre US$1.000 millones y US$10.000 millones cada uno. Según Bloomberg, la compañía dijo en el comunicado que solo tenía alrededor de US$257 millones en efectivo disponible y está comenzando un «plan interno para reducir considerablemente los gastos, incluidos los costos laborales».
El prestamista detuvo los retiros y la actividad limitada en su plataforma a principios de este mes después de decir que se vio afectado por la caída de FTX, que se presentó el 11 de noviembre en la criptobancarrota más grande hasta la fecha.
BlockFi fue una de varias criptoempresas en apuros que firmaron acuerdos para ser rescatados por FTX en los últimos meses. El acuerdo ahora está en peligro ya que FTX mismo resuelve sus problemas financieros y está sujeto a investigaciones federales y estatales.
También posee activos en FTX.com y otorgó préstamos a la empresa de criptocomercio Alameda, parcialmente garantizados por los tokens FTT de FTX.
A partir de 2021, BlockFi tenía entre US$14.000 millones y US$20.000 millones en depósitos de clientes y había prestado US$7.5.000 millones, informó The Wall Street Journal.
¿Qué hará el mundo cripto en medio de su peor crisis?
“Hodl y Buidl”, dijo a The Economist Scott Speigel, uno de los organizadores de BitBasel, un evento anual de criptoarte que se lleva a cabo en Miami. El primer término, común en los círculos criptográficos, alienta a los usuarios a «esperar por su vida» durante una depresión, y la comunidad ha reelaborado la palabra «construir» en inglés para acompañarlo. En resumen: mantén la fe.
La idea de que un «criptoinvierno» -el término ampliamente utilizado para una caída en los precios de las criptomonedas- es el momento de ponerse manos a la obra, se mantiene.
De hecho, como lo recuerda The Economist, Ethereum, ahora la segunda cadena de bloques más valiosa, fue lanzada durante el primer «criptoinvierno», después de un aumento de precios en 2014. El siguiente invierno, en 2017, también dio lugar a la invención de muchas aplicaciones financieras descentralizadas.
A pesar de ello, según la misma publicación, el mundo cripto estaría mejor en esta ocasión. “Se han recaudado y puesto a trabajar miles de millones de dólares en capital de riesgo criptográfico, lo que brinda a muchos fundadores de criptografía un colchón de efectivo en el que confiar con precios de activos bajos”.
Además, señala que la capitalización de mercado de todas las criptomonedas sigue siendo más alta que a fines de 2020. “El espectacular colapso de FTX en noviembre, luego de que se descubriera un agujero de US$8.000 millones en su balance, fue un golpe. Pero es probable que otros intercambios, como Binance y Coinbase, sobrevivan”.
Mientras tanto, la industria se está preparando para una avalancha de regulaciones. Hay tres proyectos de ley importantes en Washington: dos esfuerzos integrales y uno que se centra en las monedas estables, un tipo de criptomoneda vinculada a un activo o producto básico.
“Los reguladores estadounidenses, como la Comisión de Bolsa y Valores, están tomando medidas drásticas contra las plataformas que han facilitado la actividad en tokens criptográficos que creen que parecen valores”, según The Economist.