Sembrando el Legado # 2: El desarrollo de los adolescentes en las familias empresarias

por | Nov 15, 2024

La adolescencia es una etapa esencial para el desarrollo de la identidad y el establecimiento de roles dentro de una familia empresaria. Durante este periodo, los adolescentes buscan independencia y experimentan cambios emocionales y cognitivos, lo que les presenta desafíos específicos en su relación con la empresa, la propiedad y la familia. Este artículo, segundo en una serie basada en el enfoque de Own It de W. Sage, G. Marchisio y B. Dartt, así como en el «Programa de Desarrollo de Propietarios» de Gómez, Bravo y Lagos, se enfoca en cómo las familias empresarias pueden apoyar a sus adolescentes en la construcción de una identidad sólida, un compromiso responsable y una relación sana con su legado.

En el primer artículo de esta serie, «Sembrando el Legado # 1: La Educación de los Más Jóvenes de las Familias Empresarias», abordamos cómo la etapa de 0 a 12 años es clave para inculcar valores, confianza y un sentido de pertenencia en los futuros líderes de la empresa familiar. Ahora, pasamos a la adolescencia, una etapa de transición y desafíos, pero también una oportunidad única para fortalecer el vínculo con el legado familiar y preparar a la siguiente generación de propietarios y líderes.

Durante la adolescencia, los jóvenes se encuentran en una constante búsqueda de identidad. Es fundamental que comprendan cómo su rol en la familia empresaria puede alinearse con sus intereses, habilidades y valores personales. Esto no implica imponer un camino predeterminado, sino ofrecerles experiencias que los expongan al «mundo real» de la empresa, permitiéndoles encontrar su propósito dentro del legado familiar. Los programas familiares pueden incluir pasantías en distintas áreas del negocio, proyectos supervisados por mentores y actividades de voluntariado que refuercen la conexión entre la empresa y su impacto social. De este modo, los adolescentes perciben el negocio no solo como una fuente de riqueza, sino como un medio para el desarrollo personal y el bien comunitario.

Ser propietario implica más que recibir beneficios económicos; conlleva deberes y un compromiso hacia el bienestar de la empresa y la comunidad. Los adolescentes deben aprender a diferenciar entre el rol de propietario y el de gerente, así como comprender sus derechos y responsabilidades. El «Programa de Desarrollo de Propietarios» (PDP) de Gómez, Bravo y Lagos sienta las bases para que los futuros propietarios comprendan aspectos financieros, legales y de gobierno corporativo, capacitándolos para tomar decisiones informadas. En esta etapa, es natural que los adolescentes desafíen normas y cuestionen reglas establecidas. Por ello, es fundamental crear espacios de diálogo donde puedan expresar sus ideas, escuchar otras perspectivas y, en última instancia, fortalecer su sentido de pertenencia y compromiso hacia la empresa y el patrimonio familiar.

La adolescencia es también un periodo de alta sensibilidad y potencial conflicto dentro del ámbito familiar. Mantener la unidad familiar requiere fomentar canales de comunicación abiertos y cultivar el respeto mutuo. Reuniones familiares, actividades conjuntas y dinámicas colaborativas entre hermanos y primos son herramientas clave para construir relaciones sólidas. Un entorno familiar saludable no solo fortalece los lazos internos, sino que sienta las bases para una transición generacional fluida. Los adolescentes que sienten el apoyo y el respeto de sus familias estarán mejor preparados para asumir roles de liderazgo en el futuro.

Los adolescentes deben aprender a equilibrar sus responsabilidades empresariales con sus intereses personales. En ocasiones, pueden sentirse presionados o inseguros respecto a su lugar en el negocio. Los líderes familiares deben brindar oportunidades para que participen y contribuyan, sin imponer expectativas desmedidas. Las pasantías, proyectos de verano y programas prácticos son formas efectivas de integrarlos al entorno empresarial. Aceptar la responsabilidad de ser propietario puede resultar complejo para muchos adolescentes, dado que conceptos financieros y decisiones estratégicas pueden parecer abstractos. Aquí, el PDP ofrece una educación adaptada sobre finanzas, gobierno corporativo y otros temas clave.

La relación familiar durante la adolescencia puede ser desafiante. Los adolescentes buscan autonomía y, a menudo, entran en conflicto con las expectativas familiares. Crear un entorno en el que se sientan valorados y escuchados es crucial para fomentar la comunicación abierta y el respeto mutuo. Actividades colaborativas, como proyectos comunitarios y dinámicas recreativas, ayudan a fortalecer los lazos familiares. La adolescencia es también una etapa de formación personal en la que los jóvenes deben encontrar su identidad más allá del apellido y del peso de la empresa familiar. Permitirles explorar intereses, talentos y metas personales sin presiones es esencial para construir una identidad auténtica. Además, deben aprender a tomar decisiones y asumir riesgos de forma autónoma, lo que requiere un equilibrio entre libertad y orientación familiar.

La resiliencia se desarrolla al enfrentar y superar desafíos. Las familias deben crear una cultura que valore el esfuerzo y el aprendizaje, donde los errores se perciban como oportunidades de crecimiento. Sentir que deben estar siempre disponibles para el negocio puede generar estrés en los adolescentes. Es importante que las familias apoyen un equilibrio entre responsabilidades empresariales y vida personal. Inculcar valores éticos y un sentido de responsabilidad hacia la sociedad ayuda a que los adolescentes vean su rol como una oportunidad para tener un impacto positivo. La salud emocional y física es fundamental para enfrentar las presiones del legado familiar. El acompañamiento de mentores y el acceso a programas de apoyo pueden ser clave.

La familia García, propietaria de una cadena de negocios en Latinoamérica, comprendió la importancia de involucrar a sus adolescentes en el legado familiar. Organizaron un programa de formación donde cada adolescente, de entre 15 y 18 años, participó en pasantías rotativas en diferentes áreas del negocio. Esto les permitió conocer los desafíos operativos y tomar decisiones en situaciones reales bajo la supervisión de mentores familiares. Clara, una de las jóvenes, mostró interés en el área de logística y, a los 17 años, propuso una estrategia para reducir costos de transporte. Su propuesta fue evaluada por el consejo familiar y, tras ajustes, se implementó con éxito. Estas experiencias no solo fortalecieron su compromiso, sino que le permitieron ver el impacto real de sus acciones en la empresa.

La adolescencia en una familia empresaria es un periodo lleno de desafíos y oportunidades. A través de programas de formación, exposición al «mundo real» y actividades que fomenten la unidad y la gestión responsable de recursos, las familias pueden preparar a sus adolescentes para asumir roles de liderazgo en el futuro. Al centrarse en su desarrollo como individuos, aseguran que no solo se conviertan en buenos propietarios y líderes, sino también en personas íntegras, resilientes y comprometidas con un propósito más amplio. La experiencia de la familia García ilustra cómo convertir esta etapa en una oportunidad de crecimiento, transformando a los adolescentes en jóvenes comprometidos con el legado familiar.

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Gonzalo Gómez Betancourt, Ph.D. – CEO Legacy & Management Consulting Group

Gonzalo Gómez Betancourt, Ph.D. – CEO Legacy & Management Consulting Group

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