Análisis de la Expert Research Strategist, Quasar Elizundia, en Pepperstone
En una decisión que ha captado la atención del mercado financiero, el Banco de la República de Colombia (BRC) ha anunciado una reducción de su tasa de interés de 50 puntos base, situándola ahora en 10.75%. Esta medida, que marca la cuarta reducción consecutiva en el presente ciclo de normalización, es el reflejo de un compromiso continuo para estabilizar la economía del país, regresando las tasas a sus niveles más bajos desde mediados de 2022.
Desde que el banco central alcanzó una tasa máxima de 13.25% el año pasado, una cifra que no se veía desde finales de los años noventa, esta es la sexta vez que el BRC ajusta las tasas a la baja. Este movimiento subraya el esfuerzo del banco por gestionar las persistentes presiones inflacionarias mientras trata de impulsar una economía que aún muestra signos de desaceleración.
La inflación en Colombia ha disminuido notablemente desde los niveles elevados de principios de 2023, cuando superó el 13%. En los últimos tres meses, la tasa de inflación se ha estabilizado en torno al 7%, aunque ha experimentado un leve aumento reciente, pasando de 7.16% a 7.18%. Las proyecciones sugieren una desaceleración gradual, con expectativas de que la inflación se ubique alrededor del 5.5% hacia finales de 2024.
En este contexto, es probable que el BRC continúe con su estrategia de recortes a lo largo del año, con el objetivo de estimular la economía sin perder de vista la lucha contra la inflación. Con tres reuniones restantes en el calendario para 2024 y la tendencia actual, se espera que el banco central reduzca las tasas en incrementos de 50 puntos base, lo que podría llevar la tasa de interés a un 9.25% para finales de año. Este ajuste, aunque más conservador que en ocasiones anteriores, refleja una aproximación cautelosa para equilibrar los riesgos inflacionarios con la necesidad de fomentar el crecimiento económico.
A pesar de estas medidas, el futuro de la política monetaria del BRC dependerá de la evolución continua de la inflación, el crecimiento económico y otros factores externos. La habilidad del banco central para manejar estos desafíos será crucial para la estabilidad económica de Colombia, mientras busca reactivar la economía y mantener bajo control los riesgos inflacionarios.