Después de la desaceleración, el crecimiento de la economía colombiana se mantendría por debajo del 3%, lo cual supone unas tasas de expansión inferiores al crecimiento potencial previo al de la pandemia.
El equipo de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado del Grupo Bancolombia reveló sus proyecciones para la economía colombiana en 2023.
En materia de crecimiento, el escenario contempla una expansión de 7,8% este año, jalonada por el consumo interno, la recuperación de las exportaciones y el efecto rezagado de las políticas expansivas que se adoptaron luego de la llegada del covid-19.
Para 2023, el PIB se expandiría por debajo de 1%, como resultado del alza en las tasas de interés que enfriarán la demanda agregada, la desaceleración global y la incertidumbre.
Después de la desaceleración, el crecimiento de la economía colombiana se mantendría por debajo del 3%, lo cual supone unas tasas de expansión inferiores al crecimiento potencial previo al de la pandemia.
Como resultado de ello, la tasa de desempleo anual se incrementaría en 0,7 pp, con lo que se elevaría a 12,1% durante 2023.
En materia cambiaria, las proyecciones de Bancolombia anticipan menores flujos de financiamiento externo dadas las condiciones financieras apretadas.
Así, la tasa de cambio se incrementaría de un promedio de $4.825 en el último trimestre de 2022 a $4.930 en el cuarto trimestre de 2023.
En cuanto a la inflación, el documento sostiene que este año cerraría con una variación de 12,6% en el IPC y que, a partir de este punto, comenzará un proceso de corrección hasta 7,5%, muy por encima del nivel objetivo del Emisor.
Según el gerente Investigaciones de Bancolombia, Juan Pablo Espinosa, esta previsión contempla una desaceleración marcada en los precios de los alimentos, que sería compensada por una inflación básica elevada por cuenta de los aumentos salariales, la operación de mecanismos de indexación y el traspaso de la depreciación del peso.
En materia fiscal, el análisis prevé que el déficit del Gobierno Nacional pasaría de 5,6% del PIB en 2022 a 4,8% del PIB en 2023, lo que implicaría el cumplimiento de la regla fiscal.
“Este resultado sería consecuencia, por un lado, del recaudo adicional que generaría la reforma tributaria recientemente aprobada y los mayores ingresos provenientes del sector petrolero”.
Por otro lado, también incorporaría aumentos del gasto corriente y de inversión, así como mayores pagos de servicio de deuda.