Diariamente entre Bogotá y Cundinamarca se realizan 5,3 millones de viajes en transporte público, trayectos que en promedio toman 1 hora y 42 minutos, multiplicado por dos veces al día.
En Colombia las ciudades se han comenzado a expandir hacia las periferias sin ofrecer la infraestructura vial idónea para soportar el flujo de vehículos que transitan, por lo que se están gestando proyectos de trenes de cercanías que complementarán de manera importante y eficiente una necesidad que, no solo es urgente, sino que impulsaría el desarrollo y la integración de las regiones.
De acuerdo con la directora de la firma Mendoza, María Lucía Amador, “en las grandes ciudades como Nueva York, Londres y París, los sistemas de transporte masivo de pasajeros utilizan principalmente el modo férreo. Como gran parte de la población trabaja en el centro de las ciudades pero viven a las afueras, el tren de cercanías, conectado con el metro, es el modo de transporte con la capacidad de movilizar el mayor número de personas en el menor tiempo posible. Así, gran parte de las personas optan por usar este sistema en vez del carro particular para ahorrar tiempos en desplazamientos”.
En Cali, por ejemplo, la Alcaldía y la Gobernación del Valle del Cauca, con apoyo de la FDN avanzan con la estructuración de un proyecto de tren de cercanías que comenzaría a funcionar en 2028 ybuscaría mejorar la conectividad entre los municipios de Cali, Jamundí, Yumbo y Palmira, así como una conexión con el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.
Recientemente la Alcaldía se esa ciudad informó que el Gobierno Nacional está apoyando la iniciativa con un aporte de $25.000 millones en sus estudios y diseños técnicos de viabilidad, de los cuales $2.000 millones han sido aportados por la Alcaldía y la misma cantidad por la Gobernación del Valle del Cauca. Se trata de un proyecto que en su fase I se construiría en el tramo Jamundí – Cali, zona hacia donde se está expandiendo la ciudad.
Está también en la mira el Eje Cafetero, con un proyecto férreo multipropósito que recientemente el Ministerio de Transporte anunció como parte del Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026, que impulsará aún más el turismo, mejorar la conectividad de 2,7 millones de personas de los departamentos de Quindío, Caldas, Risaralda e, inclusive, Valle del Cauca, integrando 15 municipios y las ciudades de Armenia, Pereira y Manizales.
Con el mismo objetivo se está buscando la posibilidad de desarrollar el Tren Regional del Caribe, que fortalecería el transporte entre ciudades de la región para dinamizar la competitividad e impulsar el turismo. Para este proyecto, a finales del año pasado se firmó un acuerdo entre gobernadores de la región para el desarrollo de este medio de transporte, que conectará a los habitantes y turistas de Cartagena, Barranquilla y Santa Marta.
En Bogotá, el Regiotram de Occidente (que se espera entre a operar en 2026) conectará Facatativá con Soacha y Bogotá a través de dos líneas, y estará interconectado con las futuras líneas del Metro, logrando que la movilización de pasajeros entre Bogotá y Facatativá tenga una duración de 60 minutos.
Así, se convertirá en un modo de transporte alternativo al de vehículos y al Transmilenio por la Calle 13, que resolverá uno de los principales problemas de movilidad: la entrada y la salida de vehículos por el occidente y el sur de la ciudad. De igual manera, al ser un proyecto 100% eléctrico ayudará a mejorar el problema de la calidad del aire que actualmente enfrentamos.
Por otra parte, el Regiotram del Norte conectará Bogotá con Chía, Cajicá y Zipaquirá y se espera que en el mismo se movilicen alrededor de 250.000 pasajeros al día. Se está estudiando la posibilidad de que se conecte no solamente con Transmilenio, sino también con el Regiotram de Occidente mediante alimentadores, lo que conlleva a un verdadero sistema de interconexión entre toda la periferia de la ciudad.
En las grandes ciudades como Nueva York, Londres y París, los sistemas de transporte masivo de pasajeros más eficientes son férreos.
El año pasado se aprobó la ley orgánica que define las condiciones generales de la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, cuyo propósito es promover el desarrollo integral de la región y el cierre de brechas entre las entidades territoriales que lo conforman.
De acuerdo con la Alcaldía de Bogotá, diariamente entre Bogotá y Cundinamarca se realizan 5.3 millones de viajes en transporte público (cuyo trayecto en promedio toma 1 hora y 42 minutos, multiplicado por dos veces al día). Así, es claro que estos proyectos facilitarán la conectividad entre los municipios que hacen parte de la Región Metropolitana, reducirán los costos de transporte para los ciudadanos que se movilicen, y mitigará la congestión y saturación de vías de acceso a la ciudad.
“De esa manera, lo que se busca con la implementación de los trenes de cercanías y trenes regionales es mejorar la conectividad entre ciudades de una misma región, y entre las ciudades principales y la periferia, así como permitir un desarrollo más ordenado y planificado. También buscan mejorar la accesibilidad y complementar los modos de transporte existentes para que funcionen como una red multimodal de transporte, lo que permite sin duda alguna aumentar la competitividad al reducir los tiempos de transporte y la congestión vehicular. Sin duda serán un elemento esencial para mejorar la calidad de vida de las personas que confluyen alrededor de la ciudades y regiones principales en el país”, concluye la experta en infraestructura de Mendoza, María Lucía Amador.