El alza en la tasa de intervención del Emisor acarreará un encarecimiento del crédito por la vía de una mayor tasa de usura, que para octubre se situó en 36,92%.
Este viernes la junta directiva del Banco de la República se reunirá para tomar decisiones en materia de tasas de interés. Según la última Encuesta Mensual de Expectativas, el 74,4% de los encuestados espera un alza de 100 puntos básicos (pbs), lo que llevaría la tasa de intervención del Emisor a 11% desde el actual 10%.
En un contexto de presiones inflacionarias, alimentadas además por la debilidad del peso -a pesar de la corrección de esta semana- la encuesta del Citibank arroja resultados similares con un alza de 100 puntos, aunque JPMorgan y XP Investments se inclinan por un aumento de 150 puntos básicos a 11,5%.
Sin embargo, analistas como Juan David Ballen, director de estrategia de Casa de Bolsa, han planteado que una de las opciones que podría tomar la Junta es aumentar tasas de interés en 200 pbs desde 10% hasta 12%.
“Lo primero que hay que tener en cuenta es que cualquier decisión que tome la entidad, conservadora o agresiva, tendrá un costo económico y político, a corto y largo plazo, por lo cual deberá aplicar la menos impacto negativo genere”, dice el experto.

A juicio suyom, si aumenta 200 pbs es posible que no tenga la necesidad de intervenir el mercado cambiario, ya que incentiva a que los inversionistas locales y extranjeros a no saquen sus recursos del país y atrae a más inversionistas extranjeros.
Dado que en noviembre no hay reunión para tomar decisiones en materia de tasas, la junta evitaría la necesidad de convocar una de emergencia en el caso de que suceda algo extraordinario. Pero no es claro que esto vaya a suceder e incluso algunos analistas se inclinan por un menor alza (0,75 puntos básicos).
En la reunión anterior, cuando la junta elevó en 100 puntos básicos su tasa, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, fue la voz disidente y votó por un alza de 50 puntos básicos.
El ministro ha dicho que, aunque el Gobierno no es partidario de la venta de dólares, al estilo de lo que hizo el banco central chileno sin resultados efectivos, el Banco de la República sí podría darle liquidez al mercado mediante forwards de cobertura cambiaria (NDF, en inglés) y swaps de divisas, tal como sucedió en 2020 en medio de la pandemia del Covid.
Ello ayudaría a moderar las presiones devaluacionistas que, según Ocampo, han estado jalonadas por “unos especuladores que habían llevado esa tasa más allá de lo razonable”.
Para los consumidores, el alza en la tasa de intervención del Emisor acarreará un encarecimiento del crédito por la vía de una mayor tasa de usura (que es la que le cobran los bancos por el uso de la tarjeta de crédito), que para octubre se situó en 36,92%.