La confianza de los consumidores cayó en todas las ciudades excepto Cali, y en los niveles socioeconómicos alto y medio aunque se mantuvo estable en el nivel bajo, según Fedesarollo.
En noviembre, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que mide Fedesarrollo registró un balance de -24,8%, lo que representa una disminución de 5,3 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior.
En términos simples, significa una menor confianza de los consumidores comparado con el mes anterior, con lo cual dicho indicador se ubica en el menor balance obtenido desde mayo de 2021.
“Llegó la hora de apretarse el cinturón”, dijo hace poco Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, y todo indica que después de crecer casi 8% en 2022, la economía colombiana se desacelerará en 2023, con una expansión que oscilaría entre 0,5% y 1,5%.
Pero, ¿qué hay detrás del deterioro de la confianza de los consumidores? Por un lado, una inflación anual de 12,53% que ha deteriorado su capacidad adquisitiva y por el otro un encarecimiento del crédito, lo cual se refleja en los intereses que cobra el sistema financiero (en diciembre la tasa de usura llegó a 41,46%).
Según Fedesarrollo, la confianza de los consumidores cayó en los niveles socioeconómicos alto y medio, mientras se mantuvo estable en el nivel bajo.
En cuanto a las ciudades analizadas, la confianza disminuyó en todas, excepto en Cali.
Sin embargo, la disposición a comprar vivienda disminuyó frente a octubre, así como la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos