Ante la decisión del gobierno ‘privilegiar el agua’, la multinacional Anglo Gold Ashanti señaló que el proyecto ‘Quebradona’ no la pone en riesgo y que puede coexistir en armonía con un Distrito agrario y ecológico.
El presidente Gustavo Petro anunció que su Gobierno revisará “toda la titulación minera, hasta ahora entregada por doquier, por allá y por acá, para tratar de hacerla coherente con una serie de principios básicos del territorio, entre ellos, el cuidado del agua”, en cumplimiento de una decisión judicial y de su promesa de campaña.
Tras reunirse con las autoridades y líderes locales de los 23 municipios del suroeste antioqueño, Petro anunció que su administración presentará un proyecto para modificar el Código Minero.
“No se puede poner en peligro el agua del territorio. Eso lo dijimos en campaña, no era por decirlo”. Agregó que “los estudios que nos han llegado, de las universidades, nos muestran que indudablemente hay un peligro entre la minería que se propone y el agua. Entonces, nosotros escogemos el agua”.
Ante la polémica suscitada, Petro advirtió que “no queremos que estas decisiones que se toman a partir de la discusión territorial, y sabedores de que hay fuerzas a favor y otras en contra del proyecto, aumenten la polarización, sino que podamos construir nociones comunes sobre el futuro”.
También reconoció que tiene que haber un compromiso del Estado para hacer más rentable la actividad agraria mediante el desarrollo de vías, la facilidad para acceder al crédito, y anunció un sistema de capacitación que denominó el Sena Campesino para que articule los saberes agrícolas y de producción alimenticia locales.
Al respecto aclaró que “el Gobierno no tiene una actitud antiminera per se, tenemos una discusión planteada. Esa discusión ya tiene forma jurídica, a través de la reciente sentencia de la Corte Constitucional que ordena al Gobierno revisar toda la titulación minera”.
Luego de los anuncios, que supondrían la parálisis de ‘Quebradona’ que desarrolla en Jericó, la multinacional surafricana Anglo Gold Ashanti señaló: “tenemos la tranquilidad de que nuestro proyecto Quebradona no pone en riesgo el agua del territorio y puede coexistir en armonía con el desarrollo de un Distrito agrario y ecológico”.
“Buscaremos tener conversaciones con las autoridades ambientales para revisar conjuntamente la información existente del recurso hídrico y continuar avanzando con los estudios a los que nos obliga la ley”, señaló la compañía que desarrolla el proyecto de cobre más grande del país que aún espera obtener la licencia ambiental.
La discusión está abierta. Y así como algunos habitantes y asociaciones campesinas locales se oponen al proyecto, otros -entre ellos, comerciantes y los trabajadores de la minera- lo apoyan.
De hecho, más de 200 trabajadores de Anglo Gold le hicieron llegar una carta a Petro en la que defienden la conveniencia del proyecto.
“Trabajamos en la empresa minera y somos comunidad. La gran mayoría somos habitantes del sureste antioqueño que hemos mejorado nuestros cultivos, nuestras casas y hoy podemos ofrecerle educación de calidad y una vida digna a nuestras familias, gracias a un trabajo que nos da el sustento y las oportunidades”, señala la carta.
“Escribimos para pedir su ayuda sabemos que está del lado del pueblo y nosotros, hoy, pedimos que se nos reconozca como comunidad. Queremos ser escuchados por sus ministras y sus funcionarios de gobierno. Somos colombianos que madrugamos día a día para llevar el pan a la mesa”.
Según el estudio ‘Proyecto minero Quebradona. Aspectos económicos, government take y observaciones sobre el Estudio de impacto ambiental’ de Proantioquia y Fedesarrollo, los impactos económicos de un proyecto no se limitan al aumento de la producción nacional del sector al que pertenecen, sino también al aumento de la inversión, el empleo que genera y la demanda de insumos para el proceso productivo.