El peso siguió fortaleciéndose y cerró la jornada de este miércoles en $4.538, consolidando una tendencia observada en las últimas semanas después de alcanzar a superar los $5.000 en la primera semana de enero.
¿Qué tan cerca se encuentra Estados Unidos de caer en una recesión?, se preguntaba un análisis de Bloomberg en la mañana de este miércoles, según el cual hay sectores que ya están en recesión (manufacturas y construcción), aunque el empleo en las fábricas y la construcción sigue siendo elevado.
A ello se añaden las noticias sobre la pérdida de más de 100.000 empleos en el sector tecnológico, que atravesó una larga bonanza durante la pandemia y aún después, pero que ahora comienza a sentir la caída en la demanda, el alza en las tasas de interés y un aumento en los costos (por una mayor inflación).
Pero, ¿qué tiene ello que ver con el reciente fortalecimiento del peso cuya cotización frente al dólar está cada vez más cerca de los $4.500?
Sencillo: si el banco central de Estados Unidos siente que la tarea ya está hecha, porque tiene bajo control la temida inflación, disminuirá el ritmo de aumento de las tasas y ello contribuirá al fortalecimiento de las demás monedas del mundo (de los países desarrollados y los emergentes como el peso colombiano).
Algo de claridad habrá este jueves cuando sea revelado el dato de crecimiento del PIB de EE.UU. en el cuarto trimestre, aunque como lo dice el análisis de Bloomberg las cosas también podrían complicarse si las cifras muestran que los consumidores, el principal motor de la economía, se mantuvieron en gran medida resistentes, pero las empresas se redujeron.
“Las señales se mezclan de una manera que no habíamos visto antes”, dice Claudia Sahm, economista y fundadora de Sahm Consulting en Arlington, Virginia. «La gente dice: ‘Históricamente, cuando sucede esto, sucede aquello, y luego entramos en recesión’. Ese es un buen punto de partida, pero ese no debería ser el lugar final para el análisis».
La ex economista de la Fed ideó su propia prueba de recesión en tiempo real. Llamada la regla de Sahm, sostiene que cuando el promedio móvil de tres meses de la tasa de desempleo aumenta en 0,5 puntos porcentuales o más en relación con el mínimo de los 12 meses anteriores, ha comenzado una recesión. (La lectura actual no indica una recesión).