El Centro de Estudios Económicos espera que a partir de junio, el cambio en la tendencia de la inflación del país sea más evidente, y el encarecimiento de la canasta de consumo de los colombianos se siga moderando.
De acuerdo con las cifras reveladas por el DANE la semana pasada, abril de 2023 es el primer mes desde mediados de 2022 en el que la inflación anual retrocede y muestra una clara ruptura en su tendencia alcista. Así, luego de un año con variaciones anuales no vistas en más de dos décadas, el resultado logra retornar a niveles de noviembre del 2022.
La variación mensual se ubicó en 0.78%, lo cual supone una reducción de 47 puntos básicos con respecto a la variación mensual para el mismo mes de 2022. El resultado mensual se mantuvo dentro de las expectativas del mercado, que se ubicaron según la encuesta del Banco de la República, en un rango entre 0.52% y 1.16%, e incluso por debajo del promedio de expectativas.
Como se mencionó en entregas anteriores del comentario de inflación en ANIF, se esperaba un resultado de este orden. Así, si bien continúa una inflación anual de dos dígitos muy por encima de la meta (3%), el resultado para el mes de abril fue de 12.82%, frente a 13.34% el mes pasado.
El alza en el precio de la gasolina podrá seguir presionando los precios del transporte y el alivio del precio de los alimentos podrá verse reversado por el fenómeno del niño
Para ANIF, la lectura de la inflación resulta optimista, no solamente porque demuestra la efectividad de la política monetaria y una menor presión externa sobre el nivel de precios, sino porque implica una recomposición de la canasta de bienes que disminuye sus efectos regresivos sobre la población más vulnerable.
Países pares de la región, como México, Chile y Brasil han encontrado su techo antes que Colombia, y su experiencia demuestra que, una vez alcanzado este nivel, es poco probable que el nivel de precios retome su senda alcista de aceleración.
La inflación durante los 5 primeros meses del año se ve influenciada por el efecto indexación, por lo que en la lectura del IPC de abril el transporte y los servicios siguen siendo protagonistas. Por esto, el Centro de Estudios Económicos espera que, a partir de junio, el cambio en la tendencia de la inflación del país sea más evidente, y el encarecimiento de la canasta de consumo de los colombianos se siga moderando.
Así mismo, en el contexto externo, a medida que el precio de los insumos a nivel mundial se regula y la tasa de cambio del peso colombiano frente al dólar se estabilice, se esperan menores presiones sobre el nivel de precios.
No obstante, se siguen presentando algunos factores de riesgo que deben seguir monitoreándose. En primer lugar, el alza en el precio de la gasolina podrá seguir presionando los precios del transporte, y de todos los sectores para los que esto implica mayores costos de producción.
Así mismo, el alivio del precio de los alimentos que en gran medida ha contribuido a que la inflación encuentre su techo, podrá verse reversado por el fenómeno del niño y la escasez que genera.
En cuanto al precio del dólar en Colombia, como se ha visto durante los últimos meses y comentado desde ANIF, se espera que siga vulnerable ante repuntes en el sentimiento de riesgo como consecuencia de la incertidumbre local y global, generando un encarecimiento de las importaciones.
En este contexto, y en ausencia de estos choques, la previsión durante los siguientes meses y en la segunda mitad del año, es que la inflación anual se mantenga a la baja, y como consecuencia, se pueda encontrar también el techo en el ciclo alcista de tasas de interés de política monetaria por parte del Banco de la República.