El análisis realizado por Ipsos a nivel mundial y regional busca accionar los cambios necesarios en las organizaciones para facilitar el diseño de estrategias y la toma de mejores decisiones en tiempos de incertidumbre.
En un reciente evento realizado en Medellín, que contó con la participación de lideres de empresas locales, nacionales y regionales, Suramericana presentó las cinco tendencias del consumidor que determinarán la toma de decisiones en los próximos años.
El análisis fue realizado por Ipsos a nivel mundial y regional, lo que permitió generar conocimiento desde el contraste y los elementos en común de ambos trabajos. En pocas palabras, busca accionar los cambios necesarios en las organizaciones para facilitar el diseño de estrategias y la toma de mejores decisiones en tiempos de incertidumbre.
“Gracias a un análisis de fuerzas globales, regionales y locales, desde Suramericana buscamos diseñar escenarios de futuro para comprender cuándo y cómo las empresas nos podemos anticipar a los cambios para convertir estos escenarios en oportunidades que nos permitan potencializar nuestros negocios y continuar brindado bienestar a las personas”, señaló Juana Francisca Llano, presidente de Suramericana.
Las cinco tendencias son las siguientes:
1. Construcción de la identidad: la identidad de las personas está siendo influenciada por la información de los algoritmos, generando decisiones condicionadas por información sesgada. Por esta razón, el autoconocimiento pasó a ser un asunto que está afectado por la analítica.
2. Búsqueda de estímulos: las alternativas de personalización y conectividad han generado un mundo de sobreestimulación que busca producir una mejor experiencia y sensación de placer. Por ello, se está transformando la forma en la que se usan los sentidos, debido a que la era digital y la velocidad de cambio propicia una sobrecarga sensorial. Además, existe una sensación generalizada de cansancio con relación al cambio.
3. Preocupación social y ambiental: las diversas evidencias del cambio climático han suscitado un sentido de urgencia frente a la crisis social y ambiental. Esta exigencia se debe a que hay un mundo más informado que solicita que las soluciones a estas prioridades se vuelvan reales. De esta forma, las personas buscan estilos de vida con comportamientos y hábitos de consumo que contribuyan a disminuir el impacto ambiental y social.
4. Cuidado de la salud: los avances tecnológicos en las áreas de la informática y la medicina han permitido que la conciencia y el entendimiento del estado de salud de las personas sea mayor. Por eso, existe una mayor preocupación por el cuidado de la salud, ya que la información sobre esta temática está al alcance de todos.
5. Consumo reflexivo: las personas han replanteado sus prioridades, creencias y comportamientos en el día a día. Actualmente se está presentando un patrón en el que la sociedad toma decisiones de consumo más reflexivas, enfocándose en la experiencia y el disfrute por encima del consumo desmedido de bienes. Lo anterior propone que hay una tendencia a tener una vida basada en el autocontrol y el autoanálisis.