Aunque analistas apoyan la creación de subsidios para los adultos vulnerables, señalan que la propuesta encarecería el dólar, subiría las tasas de interés y afectará el mercado de capitales, entre otros efectos.
En un primer pronunciamiento oficial, la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías, Asofondos, se sumó a las críticas de analistas y economistas que ya han advertido que la propuesta de reforma pensional es una amenaza para la estabilidad fiscal y macroeconómica del país.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, dijo que “toda propuesta, incluida la que presenta el Gobierno, debe ir acompañada de los estimativos sobre los efectos en aspectos como el ahorro de los trabajadores, sus pensiones futuras, la cobertura pensional, el ahorro del país, el impacto que habría sobre el déficit fiscal y la refinanciación de la deuda, sobre las tasas de interés y el precio del dólar”.
Con más de $116 billones de TES en sus portafolios, las cuatro administradoras de fondos de Pensiones (Porvenir, Protección, Colfondos y Skandia) son actores claves del mercado de capitales, ya que invierten el flujo de recursos que reciben en deuda pública.
Pero la reforma, al dejarlas sin acceso a unos $18 billones anualmente provenientes de los aportes de más de 5,6 millones de afiliados, les quitaría la posibilidad de actuar en ese mercado (en los últimos cinco años han comprado $760.000 millones mensuales, en promedio), y eso se traduciría en un encarecimiento de la deuda pública y un alza de la tasa de cambio.
“Hablar de un pilar pensional contributivo de cuatro salarios mínimos es lo mismo que el no rotundo a la nueva exploración petrolera”, dijo Felipe Campos, Gerente de Gerente de Inversión y Estrategia Alianza Valores y Fiduciaria. “Volvemos a esa dinámica de traer promesas de campaña intactas y esperar el pánico para comenzar la moderación”.
Por su parte, el ex viceministro de Hacienda, Andrés Pardo, señaló que “debilitar una de sus mayores fuentes de ahorro (el que va a fondos de pensiones), ahondará más ese déficit, con efectos permanentes negativos en tasas de interés y tasa de cambio”.
“Una gran parte de los ahorros en los fondos de pensiones se destina a la inversión. Debilitar esos ahorros implica afectar la inversión y el crecimiento potencial de la economía, con efectos negativos en pobreza y en generación de empleo, entre otros”.
Pero además, según Pardo, el 90% de cotizaciones que ya no se ahorraría sino que se usará para gasto corriente, implica que el déficit fiscal y pensional aumentará mucho más en el futuro ya que cada vez habrá menos jóvenes financiando más pensiones.