¿Debe seguir subiendo el Banco de la República su tasa de interés para frenar la inflación?

Ene 5, 2023

La tasas de interés operan como un freno del gasto, el consumo y la inversión, lo cual se traduce en un menor crecimiento y en una desaceleración de la inflación.

Cuando la Junta Directiva del Banco de la República modifica la tasa de interés pone en marcha una serie de fuerzas que, con cierto rezago, afectan las tasas de interés de mercado a diferentes plazos, la tasa de cambio y las expectativas de inflación, variables que a su turno influyen sobre: 

– El costo del crédito, es decir, la tasa de interés que usted paga cuando se endeuda (la tasa de usura actualmente se ubica en 43,26%).

– Las decisiones de gasto, producción y empleo de los colombianos.

– La tasa de cambio y el precio de los activos, como las acciones, la deuda del Gobierno (TES) y los bonos de las empresas, entre otros.

– Y la tasa de inflación.

Con una inflación anual de 13,12%, la mayor en los últimos 23 años, pocos analistas dudan de que la Junta elevará su tasa en la próxima reunión que se llevará a cabo este mismo mes y que podría llevarla a 12,5% ó 13% desde su actual nivel de 12%.

Hay que recordar que la Junta se reúne ocho veces al año para tomar decisiones de política monetaria: enero, marzo, abril, junio, julio, septiembre, octubre y diciembre.

En la práctica, la tasas de interés operan como un freno del gasto, el consumo y la inversión, lo cual se traduce en un menor crecimiento y en una desaceleración de la inflación.

Pero esta decisión no es compartida por todos los economistas, aunque sí por la mayoría.

De hecho, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, Bruce Mac Master, ha sido un crítico del manejo de la política monetaria por parte del Banco de la República.

«Ante una inflación de costos, en parte importante importada, del 13.12% y una proyección de crecimiento entre 0.5-1% la pregunta no es retórica: ¿son los incrementos en tasas de interés el camino correcto de la política monetaria?».

Para el ex ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, además de elementos de oferta la inflación hay factores de demanda.

«El ciclo de aumento en la tasa de interés no ha concluido, y superará las expectativas de diciembre. La economía, lamentablemente, se frenará también más de lo esperado. La mayor contribución del gobierno para bajar la inflación es generar la confianza necesaria para que el dólar vuelva a bajar».

Según el Emisor, una inflación baja y estable mejora el bienestar de los colombianos de varias maneras: 

– Promueve el uso eficiente de los recursos productivos. Por el contrario, cuando la inflación es alta una parte del tiempo de los individuos y de los recursos de la economía se invierten en la búsqueda de mecanismos para defenderse de la misma.

– Una inflación baja disminuye la incertidumbre y da más certeza sobre el rendimiento futuro de la inversión. Se ha observado que las economías con alta inflación también padecen de una inflación más variable.

– Una inflación baja incentiva la inversión. Las decisiones económicas más importantes que toman los individuos y las empresas son, usualmente, decisiones de largo plazo: las decisiones de hacer una fábrica, de constituir una empresa, de educarse, de comprar vivienda.

– Una inflación baja evita redistribuciones arbitrarias del ingreso y la riqueza, especialmente contra la población más pobre. Los asalariados y las personas jubiladas tienen menos mecanismos para proteger sus ingresos de la erosión inflacionaria.

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