Tal como se esperaba, la Reserva Federal aumentó por cuarta vez consecutiva su tasa en 75 puntos básicos, hasta el rango del 3,75%-4%, los tipos más altos desde enero de 2008.
Mientras el banco central de Estados Unidos (Fed) se preparaba para anunciar un nuevo aumento en sus tasas, que finalmente se concretó, los congresistas puntualizaban lo que está en juego.
En una carta enviada al presidente de la Fed, Jerome Powell, senadores demócratas expresaron su preocupación por el plan de continuar aumentando las tasas a un “ritmo alarmante” y la “advertencia inquietante de Powell para las familias estadounidenses” de que deberían esperar dolor en los próximos meses.
“¿Cuántos trabajos planea eliminar?”, le preguntó la senadora Elizabeth Warre a Powell, un abogado de 69 años que está obsesionado con doblegar la inflación que en septiembre se situó en 8,2%.
Y este miércoles 2 el comité de política monetaria de la Fed aprobó una subida de los tipos de interés oficiales de 0,75 puntos porcentuales, hasta el rango del 3,75%-4%, los tipos más altos desde la primera mitad de enero de 2008. Se trata de la sexta subida del año y la cuarta consecutiva de esa cuantía en menos de cinco meses.
Además de anticipar la subida de tipos, los mercados también habían estado buscando un lenguaje que indicara que este podría ser el último movimiento de 75 puntos básicos.
La nueva declaración de la Fed insinuó ese cambio de política y dijo que, al determinar futuros aumentos, la Fed «tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera».
“Nuestras decisiones dependerán de la totalidad de los datos entrantes y sus implicaciones para las perspectivas de la actividad económica”, dijo Powell.
En un contexto de incertidumbre mundial, por el miedo a una recesión combinada con una elevada inflación, configurando lo que los economistas denominan estanflación, el dólar se mantiene como el activo de refugio por excelencia.
Ello se traduce en una mayor demanda de la divisa y acarrea su encarecimiento frente a todas las monedas, las de los países desarrollados y los emergentes como el peso colombiano.
Por ejemplo, al cierre de la jornada de este miércoles 2, el precio promedio la divisa fue de $5.016, con un máximo de $5.038 y un mínimo de $4.989, y menos de US$1.000 millones negociados (US$982,3 millones).
Según el FMI, hoy el dólar domina cada uno de los aspectos de las finanzas mundiales. Prácticamente el 60% de las reservas de divisas de los bancos centrales del mundo, esencialmente sus fondos para épocas de vacas flacas, está invertido en activos dolarizados.
“Prácticamente todos los contratos de materias primas, incluidos los contratos para petróleo, tienen precios fijados y son saldados en dólares. El dólar se utiliza para denominar y saldar gran parte de las transacciones financieras internacionales”.
La fortaleza del dólar confiere a Estados Unidos poder e influencia considerables. Dado que las transacciones en dólares atañen invariablemente al sistema bancario estadounidense, el gobierno de Estados Unidos tiene la capacidad de castigar con severidad a países, como Irán y Rusia, mediante la imposición de sanciones que limitan su acceso a las finanzas mundiales.