Con una informalidad laboral cercana al 60% y un desempleo casi el 11,2%, más del 80% de los colombianos corre el riesgo de no cumplir con los requisitos para lograr una pensión digna.
Aunque al cierre de octubre del año pasado, el sistema general de pensiones contaba con 25,8 millones de afiliados, 13,5 millones de ellos no estaba realizando aportes, es decir, eran considerados inactivos o, lo que es lo mismo, no habían efectuado cotizaciones por lo menos en los últimos seis meses.
¿Resultado? A juicio de los expertos, el 80% de los colombianos corre el riesgo de no pensionarse por no cumplir los requisitos mínimos: 1.300 semanas (25,4 años) y 57 años las mujeres y 62 los hombres en el régimen de prima media (Colpensiones); o 1.150 semanas (3 años menos) en el de ahorro individual de los fondos privados, cuando se ha acumulado el capital suficiente para acceder a una pensión equivalente a un salario mínimo.
De hecho, según un análisis de Ricardo Bonilla, presidente de Findeter y ex integrante de la última Comisión del Gasto Público, tal como está diseñado el sistema pensional colombiano, la posibilidad de acceder a una pensión no supera el 25% de los adultos mayores, e incluso esa proporción parece optimista frente a lo que pueda suceder con los nacidos en 1960, cuando se estimaba en 16 millones la población nacional, la tasa de natalidad de 46 por mil y la de fecundidad en 6,7%.
Actualmente, el régimen de prima media (Colpensiones) cuenta con 1,565,696 pensionados y el de ahorro individual y los cuatro fondos privados (que comenzaron a funcionar en la década de los 90) con 279.362.
En un país con una informalidad laboral del 60% -medida como personas que trabajan, pero no están afiliadas a un sistema de pensiones-, hay factores estructurales que están poniendo en jaque la viabilidad del régimen de prima media y constituyen una auténtica bomba social.
Mientras tanto, el régimen de ahorro individual no está exentos de retos y amenazas, como el bajo monto de las pensiones que otorga -asociado al bajo ingreso promedio de los colombianos- y la propuesta gobierno de obligar a los trabajadores que ganan hasta 4 salarios mínimos –que constituyen el 90% de sus afiliados- a cotizar en Colpensiones.
El debate será intenso porque, a juicio de los críticos, no resuelve los problemas fundamentales del sistema como la baja cobertura y, en el mediano y largo plazo, aumentaría la deuda pública y el tamaño del déficit,
De hecho, en la segunda reunión de la comisión para la reforma pensional, que se realizó en el ministerio del Trabajo, la directora del DANE, Piedad Urdinola, quien tiene un doctorado en demografía de la Universidad de California, señaló que el envejecimiento de la población “llegará más rápido de lo que creíamos antes de la pandemia”.
Como resultado de ello, según el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, la viabilidad del régimen de prima media (Colpensiones) dependerá del recorte de beneficios.
“La drástica transición demográfica reduce los recursos de financiamiento e incrementa los costos de un creciente número de pensionados y por ello, los sistemas de reparto puro (como el que hoy administra Colpensiones) se ven obligados a reducir los beneficios”, dijo Montenegro,
El presidente de Asofondos, que agrupa a Colfondos, Porvenir, Proteccion, y Skandia, dijo que lo anterior implicará subir la edad de pensión, reducir la pensión máxima y aumentar los aportes o aumentar el monto de las cotizaciones, como se ha visto en otros países.
En la misma reunión, Montenegro mostró que hacia 1950 había más de 11 trabajadores activos por cada adulto mayor de 65 años; hoy hay solo cuatro; a mediados de siglo habrá solo dos y hacia finales del siglo XXI solo habrá 1.
“Lo más grave es que, por causa de la informalidad, hoy día ya solo hay dos trabajadores formales por cada adulto mayor. Y lo que hace aún más insostenible los sistemas de reparto es que dicha cifra continuará reduciéndose por los procesos de robotización y digitalización de la sociedad”.
Por ello, según cálculos de Asofondos, el régimen de prima media solo va a jubilar un 15% de los afiliados, mientras que en el privado el porcentaje será del 25% (aunque con una pensión menor dada la ausencia de subsidios que ofrece el primero).
“El régimen público da unos subsidios muy regresivos. Se estima que más de $1.000 millones es el subsidio para quienes cotizan por 25 salarios mínimos”, ha explicado Montenegro. “El 75% se va a los quintiles de la población más ricos. Esto no es culpa de Colpensiones, es que la regulación es así. Lo más vergonzoso no son los subsidios, es lo que pasa con los que no se jubilan en el RPM y que tienen una devolución de aportes».