En los últimos años, ha surgido una creciente tendencia en toda América Latina hacia la protección de los directivos frente a posibles errores en el ejercicio de su gestión. Esta tendencia se ha manifestado de manera especialmente pronunciada en países con legislaciones más rigurosas en lo que respecta a la responsabilidad civil de estos cargos, como Chile y Perú.
Los directivos de alto nivel se enfrentan a una serie de desafíos en la toma de decisiones estratégicas que pueden tener consecuencias significativas para sus empresas. Estos desafíos incluyen la adaptación a las cambiantes legislaciones, la gestión de la ciberseguridad, la responsabilidad ambiental, la promoción de políticas internas equitativas y responsables, así como la aprobación de las cuentas anuales. Un error en cualquiera de estas áreas puede tener un impacto mucho mayor que un simple error de gestión.
Si se materializa el riesgo de una demanda, las consecuencias pueden ser devastadoras, afectando la reputación y la marca de toda la organización, sus operaciones, su personal y, en última instancia, incluso su supervivencia. Lo que agrava aún más la situación es que los directivos pueden ser personalmente responsables y tener que enfrentar las demandas con su propio patrimonio.
En contraste, en Estados Unidos, el Reino Unido y Europa, la herramienta de protección conocida como D&O (Directors and Officers) ha estado firmemente establecida en el mercado durante más de 50 años. En estos países, prácticamente ningún directivo asume sus funciones sin contar con un sólido seguro de D&O.
Sin embargo, en América Latina, la necesidad de este tipo de protección no era tan evidente debido a la baja litigiosidad histórica en la región. No obstante, recientemente se han producido casos de gran envergadura que han despertado una mayor conciencia sobre la necesidad de protección. Los reclamos contra pólizas de D&O han aumentado significativamente, especialmente debido a investigaciones oficiales a funcionarios públicos. Las instituciones financieras también han experimentado reclamaciones millonarias, especialmente aquellas con una exposición pública o que planean salir a bolsa (IPOs).
Paula Ordóñez, directora de Seguros Especializados de Marsh Latinoamérica y el Caribe, destacó que en los últimos cinco años, los seguros D&O han pagado indemnizaciones por más de 125 millones de dólares, con reservas de las aseguradoras superando los 300 millones de dólares.
A nivel mundial, entre 2021 y 2022, los reclamos D&O crecieron en promedio un 66%, siendo las empresas de tecnología, transporte, ingeniería, construcción y retail las más afectadas. Afortunadamente, el mercado internacional, que anteriormente tenía precios más elevados, ha comenzado a estabilizarse. La entrada de nuevas capacidades y la flexibilización de las pautas de suscripción han generado una mayor competencia y la posibilidad de negociaciones más allá de la prima de seguros, lo que ha llevado a una tendencia a la baja con descuentos entre el 5% y el 10%, según el Informe del Mercado Global de Seguros publicado por Marsh.
En la región, Colombia y Brasil son los países más avanzados en términos de protección de sus directivos, mientras que México aún tiene un camino por recorrer en este aspecto.
En este contexto, es crucial entender los riesgos a los que se enfrentan los CEO y otros altos directivos. Además de los riesgos tradicionales relacionados con la gestión, como las decisiones estratégicas y la responsabilidad financiera, los directivos se enfrentan a nuevos desafíos, como los ataques cibernéticos, las políticas de ESG (Medio Ambiente, Social y Gobierno Corporativo) y los requisitos de información TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures).
Paula Ordóñez, directora de Seguros Especializados de Marsh Latinoamérica y el Caribe, subraya que estas soluciones de protección tienen como objetivo principal ayudar a las empresas a comprender a un nivel más profundo su tolerancia al riesgo y los posibles impactos financieros de las acciones de sus directivos. Además, el seguro D&O ofrece beneficios como la protección personal de los directivos, la atracción de talento y la generación de confianza entre inversores y accionistas.
En resumen, la creciente conciencia sobre la importancia de la protección de los directivos y el aumento de los riesgos a los que se enfrentan en América Latina están impulsando la adopción de seguros D&O en la región. La protección de los directivos ya no es una opción, sino una necesidad para salvaguardar la integridad de las empresas y sus líderes en un entorno empresarial cada vez más complejo y exigente.