Mientras que Acemi dice que desde mediados del año pasado advirtió la situación, en MinSalud responden que el desabastecimiento es una “muestra de esos productos que por su baja rentabilidad no son de interés comercial”.
Aunque el problema parece haberse agravado en las últimas semanas, los expertos advierten que el fenómeno no empezó con el actual gobierno, ni es es exclusivo de Colombia.
“Se trata de un problema global que se empeoró durante la pandemia y que tiene distintas causas”, señaló Claudia Vaca Gonzáles, una profesora de la Universidad Nacional en un artículo publicado en Razón Pública.
Pero, lo cierto es que el país atraviesa un problema grave de desabastecimiento de medicamentos y la cifra supera los 1.200 principios activos, especialmente de aquellos destinados al tratamiento de enfermedades de sistema nervioso, el sistema cardiovascular o el sistema respiratorio, medicinas contra el VIH, e incluso el popular acetaminofen, en algunos momentos del año pasado, y antihipertensivos —como el Valsartán— y antidiabéticos como la Sitagliptina + Ezetimibe.
«La lista de medicamentos es muy amplia, en los que hay escasez. La demanda, el volumen de pastillas y medicamentos que necesitan los colombianos es mayor de lo que logramos importar”, explica Paula Acosta, presidenta de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral, Acemi.
“Cuando hay un problema complejo, viene por diferentes vías. Hay problemas con registros sanitarios y trámites ante el Invima, incluso medicamentos que ya están producidos, no se pueden distribuir”, dijo en una entrevista en Blu Radio.
Acosta también se refirió a un aumento en la demanda, sobre todo después de la pandemia. “Los colombianos nos estamos poniendo al día en muchos de los medicamentos, pero la oferta no ha subido en la misma proporción. Hay medicamentos en los que la continuidad es fundamental en el mejoramiento de la calidad de vida. Desde Acemi hacemos un llamado respetuoso al Gobierno, pero también urgente, para suplir esta escasez».
Según Vaca, una de las causas es el seguimiento a pie juntillas de las prescripciones sobre una intensa división internacional de la producción de bienes. Hay también un desmonte de las capacidades de producción en Colombia, y muchas dificultades para abordar la gran demanda ocasionada por la fusión, liquidación o cierre de las EPS.
A ese coctel se suma el debilitamiento durante la pandemia de la capacidad del Invima -que aún carece de un director en propiedad- como entidad responsable de vigilar la oferta y la demanda de medicamentos en Colombia y de autorización o no de su importación.
Acosta subrayó que la incertidumbre de los colombianos frente al futuro de las EPS pudo llevar a los usuarios a visitar con más frecuencia los servicios médicos y a pedir más medicamentos que de costumbre.
“Parte de lo que hemos visto es que desde el segundo semestre del año pasado tenemos una frecuencia de servicios médicos mucho más alta que otros periodos. Hay incertidumbre frente a la posible eliminación de las EPS. El 20% de las personas encuestadas confirmaron que estaban buscando servicios de salud por este tema”, agregó en la citada entrevista.
Sin embargo, desde el Ministerio de Salud sostienen que , aunque entre agosto y septiembre del año pasado se realizaron mesas de trabajo con los gremios del sector salud, incluyendo la industria, los gestores, las EPS, las IPS, Asocoldro y organizaciones de usuarios, “no nos ha enviado los reportes que (Acemi) suministró a la prensa”.
Claudia Vargas, directora de Medicamentos y Tecnologías en Salud, dijo que están revisando con el Invima los temas más críticos en cuanto a trámites; si es posible en algunos casos, regular la demanda para centralizar la compra, y señaló que se están articulando con los departamentos, debido a que no hay datos regionales.
Vargas se refirió a la «pérdida de interés por parte de la industria en comercializar algunos productos de baja rentabilidad» y «escasez de algunas marcas comerciales, pero disponibilidad en el mercado de medicamentos con la misma composición».
De acuerdo con el Ministerio de Salud, otra de las razones para la escasez es el incremento de la demanda de medicamentos, aunque desde la cartera también mencionaron algunas restricciones por marcas o fabricantes en la contratación entre EPS y gestores.
“Algunos gestores han reportado que las EPS contratan marcas particulares de medicamentos, por lo que si hay algún problema con ese medicamento no se puede sustituir por otra marca”.