Después de haber superado los $5.000 en la jornada del jueves, la tasa de cambio termina la primera semana del año al mismo nivel del cierre de 2022.
Con una inflación que aún está lejos de estar bajo control en Estados Unidos, el precio del dólar estará movido en la primera parte del año tanto por factores internacionales como locales.
En la primera semana de enero, el jueves 5,la divisa superó nuevamente los $5.000, alcanzando un máximo de $5.010, pero este viernes, en una jornada con 1.884 transacciones y US$994,7 millones negociados, cerró en $4.855 y registro un precio promedio de $4.885.
El precio de cierre es muy parecido al que culminó el año pasado ($4.850) y confirma que la divisa tendrá una altísima volatilidad este año.
Por un lado, en el plano internacional, el factor preponderante será la incertidumbre de los inversionistas frente a las movidas del banco central de Estados Unidos (la Reserva Federal o Fed).
Por el otro, en el plano local, las miradas de los inversionistas estarán atentas al proyecto de reforma pensional que el gobierno llevará al Congreso en marzo.
Un proyecto que deje a las Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (AFP) sin los recursos que reciben cada año de sus afiliados (unos $18 billones) dispararía el precio de la divisa.
De hecho, el Ministerio de Hacienda, en cabeza de José Antonio Ocampo, ya ha dejado en claro que se opondría a una iniciativa de esa naturaleza, ya que sacaría del mercado de capitales a las AFP que son compradoras de la deuda del gobierno.