Aunque los expertos coinciden en la importancia de darle más juego a las mujeres en los cargos de dirección, un estudio de Michael Page reveló que su participación en los cargos de dirección es apenas de 30% y cerca de 45% en roles vicepresidencias y gerencias.
La situación no podría ser más paradójica. Aunque un estudio reciente de la consultora THT reveló que las mujeres son tan competentes como los hombre en los cargos de dirección, la situación contrasta con las escasas oportunidades laborales que tienen en el mercado.
Según el Dane, pese a que las mujeres representan el 42,9% de la población económicamente activa en Colombia, solo 50% de ellas tienen empleos formales y apenas el 35,7% ocupa cargos directivos.
Peor aún, otro estudio de Page Executive señalan que actualmente en el país existe una participación del 30% de mujeres en cargos de alta dirección y cerca de un 45% en roles de primera línea como vicepresidencias y gerencias.
Según el “Estudio de Remuneración 2023 Latam” de la misma firma, las diferencias también se hacen visibles en términos de la brecha salarial: las mujeres presentan esquemas de remuneración fija, mientras que en los hombres es más común una combinación entre remuneración fija y variable, es decir, reciben otros beneficios adicionales al sueldo. En este sentido, en Colombia, los hombres directivos ganan en promedio un 14,6% y las mujeres 6,9%
El problema no es solo colombiano. De hecho, según el más reciente Ranking Par elaborado por Aequales, en Latinoamérica solo 24% de las mujeres ocupa el cargo de CEO o presidente, aunque el porcentaje de empresas que cuentan con ellas dentro de sus juntas directivas sí ha aumentado 6 puntos porcentuales, hasta 30%.
¿Cómo se explica esta situación?
Vanessa Montoya, gerente de RH de Marsh, dice que frente a esta situación los principales retos son culturales, en concreto, la falta de conciencia y compromiso por parte de la alta dirección y los colegas, resistencia al cambio e identificar que sí hay prejuicios por diferencias según las características personales.
“Pensar que no hay un problema y que no es algo que se deba trabajar constantemente”.
Y aunque también hay retos económicos, porque la implementación de las políticas en un primer momento puede ser costoso, especialmente para empresas pequeñas, los beneficios son evidentes.
Entre estos se cuentan:
– Mayor Atracción y retención de talentos
– Mejora la productividad y la creatividad
– Mayor satisfacción de clientes: prefieren hacer negocios con empresas que valoran, respetan y promueven la diversidad.
De hecho, según voceros de la consultora Michael Page, existen estudios que han comprobado que las empresas diversas e inclusivas mejoran en un 20% sus rendimientos financieros, innovan más y son más creativas ya que los equipos cuentan con diversas visiones que ayudan a que el trabajo sea más productivo.
Juan David Gómez presidente de THT, sostiene que la inclusión laboral es importante porque “estamos frente a una verdadera fuerza laboral femenina, cargada de atributos que les permite ser parte de un mundo laboral que logre promover la igualdad de oportunidades”.
En la lucha por la igualdad de oportunidades y la diversidad, el ‘techo de cristal’ es uno de los principales retos de las compañías.
Se trata de una metáfora utilizada para describir las barreras invisibles que enfrentan las mujeres y otros grupos minoritarios en su ascenso a puestos de liderazgo y poder en el mundo laboral y profesional.
“El término se refiere a una barrera invisible pero muy real que impide que las mujeres y otros grupos minoritarios avancen más allá de cierto punto en su carrera, a pesar de tener las habilidades, la educación y la experiencia necesarias para hacerlo”, explican los voceros de Michael Page.
Pero además, este fenómeno puede manifestarse de diversas maneras, como la discriminación en la selección y promoción de candidatos, la falta de representación en puestos de liderazgo y toma de decisiones, la desigualdad salarial, la falta de oportunidades de desarrollo profesional, y la falta de equilibrio entre la vida laboral y personal.
Las conclusiones del estudio de THT
Específicamente THT, logró identificar las siguientes competencias en las cuales las mujeres evaluadas están por encima del 75% de la población analizada(percentil):
La fuente de la investigación estuvo conformada por una base de datos conformada por 451,726 mujeres, en los últimos dos años, de las cuales 81% de ellas tenían una edad comprendida entre los 21 y 40 años, con un 86% con formación técnica o profesional; a quienes se les aplicaron diferentes test, dentro de procesos de selección o desarrollo durante los últimos dos años en más de 1.000 organizaciones para lo cual se tuvieron en cuenta diferentes test psicométricos de nivel de liderazgo, capacidad en ventas y una batería conformada por 36 competencias blandas.