Trabajo híbrido ha sido uno de los motores por los cuales el sector inmobiliario ha estado cambiando constantemente para ajustarse a las necesidades actuales.
Los espacios de trabajo que se encuentran listos para el uso inmediato, las construcciones de inmuebles hechos a la medida, la micromovilidad y los espacios abiertos son las tendencias a las que el sector inmobiliario en Latinoamérica se ha tenido que adaptar para cumplir con las expectativas en este segundo semestre del año.
El trabajo híbrido ha sido uno de los motores por los cuales el sector inmobiliario ha estado cambiando constantemente para ajustarse a las necesidades actuales, buscando tener esa interacción con su equipo de trabajo, sin perder el espacio que tienen en casa, ya que siente que es más productivo, creativo y fortalece las oportunidades de crecimiento, incluso generando una lealtad hacia la empresa por el beneficio que ofrece este modelo.
Espacios para uso inmediato
Con esto se han creado espacios de trabajo que se encuentran listos para su uso o también llamado en inglés Plug and Play, es decir, oficinas totalmente amobladas con los equipos específicos que cada cliente pide, ofreciendo todos los servicios como internet, cafetería, escritorios, entre otros, siendo flexibles, ahorrando tiempos y ofreciendo precios relativamente económicos para los ocupantes.
En países de Latinoamérica como México, este tipo de oficinas representaron el 7% del sector, siendo un aproximado de 2,9 millones de metros cuadrados arrendados. Según Ana María Mejía, Líder de mercados LATAM, en MTS Consultoría + Gestión “esta tendencia ha sido muy fuerte en Latinoamérica, ya que este beneficio permite que la empresa arrendadora se centre en el “core” de su negocio y no esté enfocando su atención en cosas adicionales como es construir o adecuar una oficina. Solamente se llega directamente a ocupar”.
Construcciones a la medida
Otra de las tendencias es la construcción de inmuebles hechos a la medida, modelo conocido como Build to suit, que ha permitido a los inversionistas poder crear espacios de acuerdo con lo que ellos exigen y necesitan industrialmente, teniendo en cuenta factores como la ubicación y costos. Entre todas las ventajas que este tipo de modelo ofrece, están el maximizar el uso del espacio, optimizar los costos operativos, mayor personalización y adaptación, ofreciendo un arrendamiento a largo plazo, mejorando su flujo de efectivo sin afectar el nivel de endeudamiento. De acuerdo con María Alejandra Lozada, gerente comercial de Estrategias 2G, “este tipo de estructura logra ahorrar en recursos de inversión entre el 5% y 25%, de acuerdo con el proyecto”.
Esta tendencia ha sido usada en activos industriales cumpliendo con necesidades como resistencias, alturas, muelles de carga, niveladoras y algunas otras especificaciones, logrando que, en Latinoamérica, existan varios proyectos enfocados solo a este tipo de construcción. “Al mismo tiempo, la alta demanda en esta tendencia hace que las constructoras enfocadas en temas industriales deban mantenerse fortalecidos y actualizados en sus procesos de construcción con tiempos cortos de entrega, ya que son proyectos atados a necesidades específicas y contratos a largo plazo. Esta tendencia se ha venido consolidando cada vez más en Colombia y este modelo de construcción hecha a la medida, crecerá en Colombia alrededor del 9,8% en el segundo trimestre de 2023”, afirma Ana María Mejía, de MTS Consultoría + Gestión.
Ubicaciones que favorecen la movilidad
Por último, la micromovilidad, que busca reducir el tráfico de carros, cambiando la forma en que las personas se desplazan utilizando medios de transporte más pequeños y ligeros, logrando así que los nuevos proyectos de construcción tengan más en cuenta la ubicación y los accesos, favoreciendo así el uso de bicicletas, patinetas eléctricas, scooters eléctricos y transporte público, logrando una menor contaminación y congestión en las calles, recuperando zonas verdes y realizando una infraestructura enfocada en rutas para la movilización de bicicletas y peatones. Santiago, la capital de Chile, ha adoptado programas de bicicletas públicas y ha visto un aumento en la popularidad de los patinetes eléctricos como una opción de transporte alternativa y ha creado leyes como la Ley Nº 20.9588 que “se funda en la necesidad de que todo proyecto de construcción contribuya en la conformación de ciudades equilibradas”.
Estas tendencias ayudan a hacer construcciones más eficientes y sostenibles tanto para el medio ambiente como para los usuarios y ayuda a que los requerimientos sean directamente atados a las necesidades, preferencias y el estilo de vida de los inversionistas u ocupantes.