José Montoya Belmonte, experto y docente del máster oficial en Supply Chain Management and Logistics de VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, explica los principales retos de la exportación para las empresas emergentes.
El 2023 fue un año difícil para las exportaciones en América Latina. Se presentó una caída del 2.2%, después de que en 2022 creció hasta un 17,0%, según lo informó el Banco Interamericano de Desarrollo. Tensiones políticas y una desaceleración de los volúmenes y los precios de exportación fueron determinantes.
Ahora, las variables para 2024 representan tanto desafíos como oportunidades con las que el sector espera repuntar. Mientras por un lado se proyecta que el crecimiento económico de la región se contraiga ligeramente un 1.4%, la perspectiva positiva surge por algunas proyecciones, como las que presenta el JP Morgan & Chase Co., entre las que destacan el rendimiento diferencial de las monedas de la región frente al dólar estadounidense y un sentimiento positivo que ha venido impulsando inversión en el sector.
Con todo y esto, las empresas, sean consolidadas o emergentes, deberán estar preparadas para las dificultades que representa la logística internacional, especialmente para el sector retail, pues la expansión internacional es tan emocionante como compleja.
«Se requiere una planificación y preparación extensas», afirma José Montoya Belmonte, docente del Máster Oficial de Supply Chain Management and Logistics de la Universidad Internacional de Valencia – VIU. «Hay que tener en cuenta que cada formato de retail, sea de proximidad o canal mayorista, exige un modelo de gestión logística y de transporte diferente y si hablamos de internacional, aún más».
Para el experto, existen cuatro grandes retos que estas empresas deberán asumir.
Desafíos logísticos y regulatorios para la operación logística
Las empresas, tanto emergentes como consolidadas, se enfrentan a una serie de desafíos logísticos al expandirse internacionalmente. La gestión de las operaciones y la complejidad de la cadena de suministro pueden implicar la coordinación de muchos actores de diferentes países e incluso continentes. Una planificación y coordinación minuciosa de todas las partes implicadas, desde proveedores hasta clientes, pasando por agentes aduaneros, es esencial para evitar aumentos de costes.
«Cada país tiene diferentes leyes y regulaciones que las empresas deben cumplir para poder ingresar y comercializar sus productos, y el incumplimiento puede dar lugar a consecuencias graves e incluso al cierre de la exportación a ese mercado», indica el experto en logística de VIU. «Además, será importante calcular los impuestos exactos que existen en el mercado a comercializar para evitar problemas legales y retrasos».
Los consumidores demandan calidad, velocidad y atención
Otro desafío significativo que destaca el experto en esta variable es la gestión de la demanda de los consumidores, que es especialmente crítica en mercados competitivos y tensos. Predecir sus requerimientos es complicado, y cumplir con sus expectativas de envíos rápidos y precios bajos puede ser difícil. Tecnologías como la IA y los modelos de venta online como los e-commerce y marketplaces serán agilizadores clave.
Unido a esto, la gestión de devoluciones mediante una logística inversa eficiente es crucial para mantener la satisfacción del cliente y la rentabilidad de la empresa, particularmente en sectores como B2C, E-Commerce y Q-Commerce.
Internacionalización del mercado mediante comercios virtuales
Las diferencias culturales y las barreras del idioma también pueden afectar significativamente el éxito de una empresa internacional, ya que la comunicación efectiva es fundamental en todas las etapas del negocio, especialmente en un mundo digitalizado donde las marcas pueden traspasar las fronteras en segundos y a un clic de distancia.
«Las plataformas de comercio electrónico globales como Amazon, Alibaba y eBay, por ejemplo, pueden ayudar a las empresas a alcanzar una audiencia internacional sin necesidad de grandes inversiones iniciales», detalla José Montoya, «al menos no de la envergadura que exige el modelo de distribución offline con sus limitaciones de alcance de público objetivo y la saturación competitiva en los lineales».
Logística verde, el nuevo factor reputacional de las empresas
Las políticas de logística verde o ambiental están cobrando cada vez más importancia. El transporte de mercancías genera una gran cantidad de emisiones de gases contaminantes, por lo que optimizar las rutas y utilizar un packaging sostenible son estrategias clave. Además, las empresas deben cumplir con las legislaciones en materia de bajas emisiones, que varían de un país a otro.
«La logística verde está cobrando cada vez más importancia en los últimos años, donde se busca, además de una optimización de rutas, poner mucho interés en un packaging sostenible o en el cumplimiento de las diferencias de legislación en materia de bajas emisiones», explica el docente del máster de la Universidad Internacional de Valencia.
Sopesar cada una de estas variables será determinante en el éxito de querer traspasar territorios. Cada modelo de negocio deberá saber abordar estos desafíos según su propia naturaleza, y al avanzar en el camino de exportación, entender el dinamismo de los mercados más allá de las fronteras nacionales.