La industria minorista se encuentra en medio de una transformación profunda, impulsada por el auge de las compras virtuales y la creciente preferencia por la comodidad de realizar compras desde casa. Este cambio no solo está redefiniendo la forma en que los consumidores interactúan con las marcas, sino que también está obligando a las empresas a adaptarse y a innovar para mantener su relevancia en un mercado altamente competitivo.
Según estimaciones de Statista, las ventas globales generadas por el comercio electrónico se proyectan en alrededor de 6,3 billones de dólares en 2024. En este contexto, Globant (NYSE: GLOB), empresa nativa digital dedicada a la reinvención de negocios a través de soluciones tecnológicas, ha identificado cinco tendencias clave que están revolucionando la industria minorista. Estas tendencias no solo se centran en mantener la relevancia de las empresas, sino también en mejorar la experiencia de compra para los usuarios.
1. Venta Omnicanal: La clave para una experiencia de compra fluida
Los consumidores actuales buscan algo más que productos; desean experiencias de compra personalizadas y sin interrupciones. La omnicanalidad se ha convertido en un pilar fundamental para lograr esto, permitiendo a los clientes alternar entre canales físicos y digitales sin fricciones.
Un ejemplo de esta tendencia es cuando un cliente descubre un producto en el sitio web de una marca de ropa, pero decide visitar la tienda física para probarse el artículo. Si la talla deseada no está disponible en la tienda, una aplicación móvil puede ofrecer una solución inmediata, permitiendo al cliente localizar el producto en otra tienda cercana. Este enfoque no solo cierra la brecha entre el comercio online y el físico, sino que también ofrece la flexibilidad necesaria para completar el proceso de compra con éxito.
2. Experiencia optimizada: Un requisito indispensable
Con ventas globales de e-commerce proyectadas en 6,3 billones de dólares para 2024, las pequeñas y medianas empresas deben asegurarse de que sus plataformas de comercio electrónico sean robustas, seguras y fáciles de usar. Una experiencia de usuario optimizada es crucial para competir en este entorno, donde la calidad de la interacción digital puede determinar el éxito o fracaso de una compra.
3. Compras en teléfonos móviles: Un canal en crecimiento con desafíos
El uso de dispositivos móviles para compras está en constante ascenso. De acuerdo con eMarketer, las ventas a través de celulares representarán el 44,6% del total de las ventas de comercio electrónico minorista en Estados Unidos en 2024. Sin embargo, este crecimiento trae consigo el reto de reducir las altas tasas de abandono en el carrito de compras, un problema que afecta al 70% de los usuarios debido a experiencias insatisfactorias en dispositivos móviles.
Para enfrentar este desafío, las empresas deben ofrecer experiencias móviles que sean tan atractivas y funcionales como las que se ofrecen en ordenadores de escritorio, garantizando tiempos de carga rápidos, una navegación intuitiva y un proceso de compra sin interrupciones.
4. Integración de redes sociales en el e-commerce: Un paso hacia el comercio social
El comercio social está en auge, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) proyectada en 31.6% entre 2023 y 2030, según Statista. Las empresas que integren las redes sociales en sus plataformas de e-commerce pueden aprovechar este crecimiento, ofreciendo funciones como pagos dentro de la aplicación, soporte en tiempo real y la posibilidad de mostrar productos en redes sociales de manera consistente con su presentación en la web.
5. Piensa global, actúa local: La adaptación como estrategia de crecimiento
La globalización ha llevado a un aumento en las transacciones transfronterizas, reflejando la naturaleza internacional del mercado actual. Para asegurar un crecimiento sostenible, las empresas deben adaptar sus productos, servicios y estrategias a las preferencias locales, considerando las particularidades culturales de cada mercado.
Establecer una presencia fuerte en mercados internacionales implica optimizar las plataformas para transacciones internacionales, implementar soluciones para envíos transfronterizos y ofrecer soporte en múltiples idiomas, rompiendo las barreras geográficas y culturales.