La gestión adecuada de la desvinculación laboral es crucial no solo para el profesional, sino también para mantener una buena reputación empresarial y facilitar futuras oportunidades de empleo. Claudia Chianese, profesora de EAE Business School, ofrece valiosos consejos para convertir una salida laboral en una experiencia positiva y asegurar que las puertas se mantengan abiertas.
El panorama del desempleo en 2024
El desempleo ha tomado nuevas dimensiones en los últimos años. Lo que para algunos puede ser un golpe devastador, para otros puede significar un alivio emocional. Según la encuesta Wourkmann de Adecco realizada en 2023, el 36% de los empleados planeaba dejar sus trabajos. Para 2024, un estudio de Pandapé reveló que el 76% de las empresas en América Latina anticipaba la contratación de nuevo personal debido a la renuncia de sus empleados.
La importancia de una salida en buenos términos
Independientemente de si la salida es voluntaria o forzada, es fundamental partir en buenos términos y dejar una puerta abierta. «El mundo es pequeño», afirma Claudia Chianese. «Con más de 25 años de experiencia en recursos humanos, he visto cómo es común reencontrarse con antiguos colegas o conocidos en el futuro. Por ello, es esencial despedirse de manera digna y respetuosa», añade.
Gestionar correctamente el proceso de desvinculación beneficia tanto al profesional como a la empresa, preservando su reputación y fortaleciendo el employer branding. Esto facilita nuevas oportunidades y mantiene una relación profesional positiva.
Comunicación y transparencia durante el proceso
Para minimizar los conflictos emocionales asociados con una renuncia o despido, es recomendable ofrecer servicios de outplacement y proporcionar recomendaciones específicas. Estas acciones pueden facilitar una transición más fluida y ayudar al empleado a encontrar nuevas oportunidades.
«Ya sea un despido colectivo o individual, es útil ofrecer algún tipo de recomendación, desde una carta genérica hasta algo más específico, así como contactos útiles», sugiere Chianese. La comunicación debe ser clara y personalizada, adaptándose al perfil del trabajador y gestionando su emocionalidad para mitigar el impacto.
Ver una renuncia o despido como una oportunidad de aprendizaje
Aunque quedarse sin trabajo puede ser una experiencia difícil, es importante verlo como una oportunidad de desarrollo y crecimiento. Es fundamental vivir el duelo, analizar la situación y extraer lecciones positivas para futuras oportunidades.
La resiliencia es clave para sobrevivir en el mundo laboral actual, especialmente tras desafíos como la pandemia de COVID-19. «Vivimos en un mundo de constante incertidumbre y debemos estar preparados para transformar amenazas en oportunidades», concluye Chianese. «Cuando una puerta se cierra, otra se abre», es el consejo que ofrece para enfrentar un despido.