En el escenario de la transición energética global, Colombia ha comenzado a destacar como un jugador clave en la producción de hidrógeno verde. Con un horizonte que proyecta la producción de entre 1 y 3 gigavatios (GW) para 2030, según estimaciones de Naturgas, el país está tomando pasos decididos hacia la innovación energética, con 28 proyectos de hidrógeno en marcha, de los cuales siete ya han entrado en fase de pruebas, principalmente en el sector de la movilidad.
Este avance no solo coloca a Colombia en el mapa de las energías renovables, sino que también abre una discusión profunda sobre los desafíos económicos y estructurales que enfrenta este ambicioso objetivo. Como parte de este debate, el profesor Marcos Rupérez de la OBS Business School ha dirigido el informe «Selección natural en el hidrógeno verde: solo quedarán los mejores», en el que se subraya la falta de competitividad del hidrógeno en los sectores donde busca posicionarse como una alternativa viable.
El hidrógeno como combustible limpio
El hidrógeno verde se presenta como una solución innovadora y sostenible en la lucha contra el cambio climático. Su capacidad para generar electricidad sin emisiones de dióxido de carbono, cuando se utiliza en celdas de combustible, lo convierte en un candidato ideal para reducir la huella de carbono en industrias intensivas en energía, como el transporte y la manufactura. Sin embargo, este potencial viene acompañado de grandes desafíos.
Obstáculos económicos y competitivos
El alto costo de inversión inicial y la baja rentabilidad actual son los principales obstáculos que enfrenta la adopción del hidrógeno verde. Rupérez destaca que “la UE ya está evolucionando en restricciones, penalizaciones y obligatoriedad de forma que en poco tiempo exigirá cumplir unos objetivos e impondrá cupos». Estas medidas, que buscan acelerar la transición energética, podrían eventualmente ser adoptadas por Colombia, creando un entorno regulatorio más favorable para las energías limpias, pero también imponiendo desafíos a las industrias tradicionales.
En el ámbito de la competencia global, la producción de electrolizadores —clave para la producción de hidrógeno verde— presenta otra barrera. Mientras que los costos en Europa y América no han disminuido como se esperaba, China está ganando terreno con la producción de electrolizadores a precios más competitivos, aunque con tecnología menos avanzada. Rupérez señala que “la reticencia de los promotores europeos a comprar electrolizadores chinos por la fama habitual de la calidad del país, poco a poco se está venciendo”.
Colombia: Entre el potencial y los retos
Colombia, con su abundancia en recursos renovables como la energía solar y la biomasa, tiene un potencial significativo para convertirse en un líder en la producción de hidrógeno verde. Sin embargo, la falta de regulaciones claras y los retos asociados con la obtención de licencias y permisos podrían frenar este progreso. Rupérez advierte que “los buenos proyectos serán los que comprenden que no hay que apresurarse, que deben planificarse a varios años vista, pero tomando medidas desde hoy para posicionarse de la mejor manera posible”.
Proyecciones de H2 Colombia sugieren que el país podría alcanzar una producción de hasta nueve millones de toneladas de hidrógeno al año para 2050, con una inversión total que superaría los 240.000 millones de dólares. No obstante, lograr este potencial requerirá un compromiso decidido por parte del gobierno, no solo en términos de políticas públicas, sino también en la creación de un entorno atractivo para la inversión privada.
El rol crucial de los subsidios
Una de las estrategias más efectivas para superar los desafíos financieros es el uso de subsidios públicos. Según Rupérez, “estos subsidios consisten en transferencias de fondos públicos hacia determinados proyectos, cubriendo parcialmente el CAPEX (coste de inversión) o el OPEX (coste operativo) para reducir los gastos y permitir que, con ingresos similares por la venta de hidrógeno, los proyectos puedan alcanzar la rentabilidad”. En Colombia, esta estrategia, apoyada por la inversión extranjera, podría ser decisiva para que los proyectos en fase de prueba y desarrollo se conviertan en historias de éxito, tanto desde una perspectiva económica como ambiental.
Conclusión
El camino hacia la consolidación del hidrógeno verde en Colombia está lleno de promesas, pero también de desafíos significativos. Si bien el país cuenta con recursos y proyectos que lo posicionan favorablemente en el escenario global, será crucial que las políticas públicas y las inversiones privadas se alineen para convertir esta promesa en una realidad sostenible. Solo a través de una planificación cuidadosa y una ejecución estratégica, Colombia podrá aprovechar plenamente su potencial en el ámbito del hidrógeno verde.