Colombia se encuentra en un momento decisivo para la adopción de la inteligencia artificial (IA) en su sistema judicial. La reciente sentencia T-323 de la Corte Constitucional no solo destaca el potencial transformador de la IA en la justicia, sino que también subraya la importancia de un enfoque ético en su implementación.
La Revolución de la Eficiencia Judicial
El principal objetivo de integrar la IA en el sector judicial es mejorar la eficiencia y productividad, automatizando tareas repetitivas como la revisión de documentos y precedentes. Esto permite que los jueces se concentren en decisiones más complejas y humanas. La IA tiene la capacidad de procesar enormes volúmenes de datos con rapidez y precisión, lo que no solo acelera los procedimientos, sino que también reduce el margen de error humano.
A nivel global, países como Estonia, China y Brasil ya han dado pasos significativos en la implementación de IA en sus sistemas judiciales. En Estonia, un «juez robot» resuelve casos menores; en China, el asistente legal Xiao Zhi 3.0 apoya a los jueces en la preparación de providencias judiciales; y en Brasil, el proyecto Sócrates ayuda a emitir decisiones más eficientes al identificar procesos judiciales similares.
Desafíos y Consideraciones Éticas
En Colombia, aún no existe un marco jurídico especializado para la IA en el sistema judicial. No obstante, se están tramitando varios proyectos de ley en el Congreso para regular su uso. Según Lorenzo Villegas-Carrasquilla, Socio de CMS Rodríguez-Azuero, mientras se promulga una legislación específica, el uso de la IA depende de la autorregulación y los autocontroles dentro del sector judicial, además de las disposiciones de orden público aplicables.
La sentencia T-323 de 2024 destaca varios desafíos, especialmente en lo que respecta al debido proceso y la garantía del juez natural. La Corte expresó preocupaciones sobre cómo la IA podría influir en la imparcialidad y transparencia de las decisiones judiciales, enfatizando la necesidad de asegurar que la IA respete los derechos fundamentales y no comprometa la independencia judicial.
Un Marco Ético para la Implementación
El «Marco Ético para la Inteligencia Artificial» emitido en Colombia en octubre de 2021 ofrece directrices claras para la implementación ética de la IA en el sector público. Este marco enfatiza la importancia de la transparencia, la privacidad, la seguridad y la responsabilidad en el uso de estas tecnologías. La Corte Constitucional ha determinado que, aunque la IA puede apoyar en áreas administrativas y judiciales, no debe reemplazar las funciones jurisdiccionales esenciales.
Villegas-Carrasquilla concluye que «la ética es esencial para la implementación de la IA en los sistemas judiciales, ya que guía el uso transparente y justo de esta tecnología, previniendo abusos y discriminación. La ética asegura la protección de derechos fundamentales, como la privacidad y la igualdad, y exige transparencia y rendición de cuentas en todas las etapas del proceso judicial.»
Hacia un Futuro Judicial con IA
Mientras Colombia avanza en la implementación de IA en su sistema judicial, es crucial que se desarrollen normativas claras y se promueva un enfoque ético para garantizar que estas tecnologías mejoren la justicia sin comprometer los derechos y garantías de los ciudadanos. Con la adopción adecuada, la IA tiene el potencial de redefinir el sistema judicial en Colombia, creando un sistema más ágil, justo y eficiente.