Con 97 votos a favor, la Cámara de Representantes aprobó en segundo debate el proyecto de Ley Nuclear, una iniciativa que busca promover y regular el uso pacífico de las tecnologías nucleares en sectores como la salud, la energía, la industria, la agricultura y la investigación científica.
La propuesta, que contó con respaldo de todas las bancadas, busca establecer un marco institucional que permita el desarrollo seguro y responsable de estas tecnologías, abriendo nuevas oportunidades en innovación, desarrollo industrial y generación de energía limpia.
“La aprobación por unanimidad en este segundo debate mostró que todos los partidos políticos superaron las barreras ideológicas y llegaron a un gran consenso que le traerá al país importantes desarrollos en torno al futuro tecnológico, en el cual la ciencia, la salud y la industria serán pilares para el bienestar colectivo”, explicó Camilo Prieto Valderrama, investigador y profesor de energía y sostenibilidad de la Universidad Javeriana.
Medicina nuclear: un paso adelante en salud pública
Uno de los principales impactos de esta ley sería en el campo de la medicina nuclear, ya que permitiría fortalecer el acceso a tecnologías como la radioterapia, el uso de radioisótopos y otros tratamientos esenciales para el cáncer y enfermedades de alta complejidad.
Esto reduciría la dependencia tecnológica del exterior, impulsaría la investigación nacional y mejoraría la capacidad de diagnóstico y tratamiento dentro del sistema de salud colombiano.
Energía nuclear para diversificar la matriz energética
La Ley Nuclear también busca impulsar una nueva fuente de energía sostenible, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y la huella ambiental del país. Con esta normativa, Colombia avanzaría en la diversificación de su matriz energética, integrando opciones de bajo carbono para afrontar los desafíos del cambio climático y garantizar la seguridad energética a largo plazo.
Próximos pasos en el Congreso
Tras superar su segundo debate, el proyecto continuará su trámite legislativo en la Cámara y luego pasará al Senado para su aprobación final. De convertirse en ley, marcaría un hito histórico en la política científica y energética del país, situando a Colombia en la ruta de los países que aprovechan la energía nuclear con fines pacíficos, médicos y sostenibles.

