En líneas generales, los controles de precios son considerados una mala política que, aunque bien intencionada, disminuye la oferta de bienes y servicios, genera mercados negros y, por esa vía, afecta a los consumidores.
Además de anunciar medidas especiales para enfrentar las dificultades sociales, económicas y de conectividad aérea que enfrenta San Andrés, Providencia y Santa Catalina, a raíz de la suspensión de vuelos de VivaAir y UltraAir, el ministro de Transporte soltó una ‘bomba’: controles de precios a los pasajes aéreos, una medida popular entre los políticos pero que los economistas consideran equivocada.
“En materia de la aviación estamos actuando, vamos a ejercer un control sobre el tema de los precios para que no se abuse y que aquello que viene en beneficio -incluyendo medidas que tengan que ver con los tiquetes aéreos- van a ser para beneficio de nuestros pasajeros”, dijo Reyes aunque sin ahondar en los detalles de las medidas que se aplicarían.
Después de un año en el que el mercado aéreo alcanzó una cifra récord de 48 millones de viajeros en las frecuencias nacionales e internacionales, el sector y el turismo en general enfrentan una fuerte desaceleración, por el cobro del IVA del 19% a los pasajes, el IVA a los servicios turísticos, la parálisis de Viva y la quiebra de Ultra Air. A ello hay que añadir la desaceleración de la economía y al alto nivel de las tasas de interés.
De inmediato, la medida recibió fuertes críticas en las redes sociales por parte de economistas y ex ministros.
¿Conoce acaso el gobierno nacional el costo del vuelo? No. ¿Conoce el precio al cual habrá oferta? Tampoco. ¿Conoce el gobierno cuánto está dispuesto a pagar un viajero por negocios o turismo en cada ruta? Menos. ¿Sabe el gobierno cuánto vale un tiquete meses antes del viaje? No», señaló Jorge Restrepo, profesor de economía de la Universidad Javeriana.
En líneas generales, los controles de precios son considerados una mala política que, aunque bien intencionada, disminuye la oferta de bienes y servicios, genera mercados negros y, por esa vía, afecta a los consumidores.
Mientras tanto, Rudolf Hommes, exministro de Hacienda, mencionó que, en lugar de control de precios, se debería volver a reducir el IVA, “que parece concebido para que no viajen los pobres y, por ende, se quiebre a San Andrés”.
Dos ejemplos claros de sus efectos contraproducentes son Venezuela y Argentina, países donde los controles son una política común. Ambos padecen altas inflaciones y el racionamiento de los principales bienes y servicios.
En la misma rueda de prenda, Reyes reveló que a más tardar en una semana la Aeronáutica Civil se pronunciará sobre la integración de Avianca y Viva y que lo más probable es que esta última vuelva a volar.
En cuanto a la crisis de Ultra Air, dijo que es inminente una capitalización. “Hay un proceso de capitalización muy avanzado que podría estar listo antes de terminar el mes para tener los aviones de Ultra otra vez en nuestros cielos».