En un contexto marcado por el cambio climático, las amenazas naturales y la complejidad territorial, entidades públicas, organismos de socorro y expertos en tecnología coincidieron en la necesidad urgente de fortalecer la articulación interinstitucional y el uso estratégico de datos para enfrentar emergencias.
La conversación se dio en una jornada de simulación y análisis liderada por Esri Colombia y Procalculo, que reunió a representantes de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), la Defensa Civil, el Fondo de Adaptación, el Ejército Nacional, la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos de Bogotá y otros actores clave del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo.
Uno de los principales puntos de encuentro fue el rol de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), en especial la plataforma ArcGIS, para integrar múltiples capas de datos —hidrometeorológicos, catastrales, sociales y geológicos—, modelar escenarios de riesgo, priorizar recursos y mejorar la toma de decisiones.
Durante el evento, las entidades compartieron experiencias concretas en el uso de tecnología geoespacial. La UNGRD, por ejemplo, destacó cómo ha logrado planear intervenciones con mayor eficacia al consolidar datos dispersos en una sola plataforma. La Defensa Civil subrayó la posibilidad de anticiparse a amenazas e identificar con precisión las zonas más vulnerables.
Los Bomberos de Bogotá explicaron cómo el uso de mapas inteligentes les ha permitido optimizar rutas y reducir los tiempos de respuesta. Por su parte, la Policía Nacional mostró su estrategia de análisis de datos históricos y mapas de calor para anticipar eventos y reforzar la seguridad en zonas críticas.
Uno de los momentos más ilustrativos fue la simulación de una avenida torrencial ocurrida en mayo de 2023 en Ábrego (Norte de Santander), donde el desbordamiento del río Tarra destruyó el corregimiento de El Tarrita. Gracias a imágenes satelitales diarias, se logró reconstruir la emergencia, identificar zonas afectadas y evaluar el estado de la infraestructura.
Con base en estos datos, Esri mostró cómo, mediante modelos de elevación y tasas de precipitación, es posible simular futuros eventos y prever sus impactos en infraestructuras sensibles como escuelas o puentes.
Otro caso presentado fue el deslizamiento en Rosas (Cauca), en enero de 2023. Usando drones, se generaron ortomosaicos y modelos 3D del terreno, y con inteligencia artificial se delimitaron zonas afectadas y se calcularon volúmenes desplazados. La integración de información del IDEAM, IGAC, Copernicus y Microsoft Planetary Computer permitió una visualización integral antes, durante y después del evento.
Además, se presentó ArcGIS Mission, una solución que permite coordinar en tiempo real los grupos de búsqueda y rescate. Alexander Lozano, asesor de defensa y seguridad de Esri Colombia, explicó que esta herramienta permite monitorear el avance de los equipos desde salas de crisis, recibir reportes geolocalizados, enviar alertas estructuradas e incluso integrar a la ciudadanía mediante formularios accesibles desde cualquier dispositivo o botones físicos de reporte en zonas sin cobertura móvil.
Aunque los avances tecnológicos son significativos, los participantes identificaron varios retos que aún enfrenta el país en materia de gestión del riesgo: mejorar la interoperabilidad entre plataformas institucionales, garantizar datos actualizados y estandarizados, fortalecer las capacidades técnicas de los equipos humanos e integrar información en tiempo real desde sensores, drones y reportes ciudadanos.
ArcGIS está diseñado para operar bajo arquitecturas web y conectar a todas las organizaciones del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD), así como a actores del gobierno, sector privado, comunidades y ciudadanía. Desde Esri Colombia se reiteró el compromiso de seguir acompañando a las entidades en el fortalecimiento de sus capacidades tecnológicas y en la creación de una red nacional de conocimiento geoespacial.
Para la Unidad de Rescate del Ejército Nacional, hoy más que nunca se hace necesario poner la tecnología al servicio de la preparación, anticipando escenarios de riesgo y optimizando recursos durante las intervenciones. En sus palabras, la verdadera gestión del riesgo comienza con la prevención.
La jornada cerró con una idea compartida por todos los asistentes: en la gestión moderna del riesgo, la tecnología y la colaboración interinstitucional son las herramientas más poderosas para anticiparse a las amenazas, proteger vidas y construir un país más resiliente.
