El debate legislativo sobre la reforma al sistema de salud en Colombia continúa avanzando. El pasado 2 de abril de 2025, la Comisión Séptima del Senado anunció la designación de 12 senadores como ponentes del proyecto, quienes serán los encargados de liderar el trámite y orientar la discusión del articulado en su tercer debate.
Además de la designación de los ponentes, la Comisión confirmó la realización de audiencias públicas previas a la votación, con el fin de promover un proceso más inclusivo, deliberativo y transparente. Esta decisión busca abrir el debate a sectores diversos como organizaciones de usuarios, gremios médicos, académicos, centros de investigación, empresas del sector salud y ciudadanía en general.
La reforma a la salud es uno de los proyectos más ambiciosos del actual gobierno y, al mismo tiempo, uno de los más polémicos y discutidos. Desde su radicación en el Congreso, ha suscitado un intenso debate en torno a temas clave como la transición del modelo de aseguramiento, el fortalecimiento de la atención primaria, el papel de las EPS, la financiación del sistema, y la estructura institucional que regirá el nuevo modelo.
La apertura de audiencias públicas marca un giro en la estrategia legislativa. Mientras los debates previos en la Cámara de Representantes estuvieron marcados por la confrontación política y la falta de consenso, el Senado busca ahora una discusión más técnica y participativa, que permita mejorar el texto del proyecto con base en evidencia y diálogo multisectorial.
La decisión también responde a las críticas por la falta de concertación y a las solicitudes de múltiples actores que han exigido espacios de interlocución para expresar sus preocupaciones sobre el impacto de la reforma en la prestación de servicios, el empleo en el sector salud, y la sostenibilidad financiera del sistema.
Con este nuevo impulso, el Congreso se enfrenta a uno de los retos legislativos más importantes del año: avanzar en la construcción de un sistema de salud más equitativo, accesible y sostenible, sin poner en riesgo los logros alcanzados en décadas anteriores, ni agravar la ya compleja situación financiera del sector.
El tercer debate será decisivo para definir si la reforma sigue su curso o si, por el contrario, se abre la puerta a un rediseño más profundo que recoja las inquietudes de los distintos actores del sistema. En cualquier caso, el país se prepara para un intenso periodo de deliberación, en el que la calidad técnica, el rigor argumentativo y la capacidad de negociación serán claves para alcanzar acuerdos que realmente transformen la salud de los colombianos.