La salud mental es un tema de gran relevancia a nivel mundial, y en Latinoamérica no es la excepción. Los trastornos mentales encabezan la lista de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, siendo la depresión uno de los más prominentes. Estos trastornos, junto con los neurológicos y los relacionados con el consumo de sustancias, tienen un impacto considerable en la salud y representan el 13% de todas las enfermedades a nivel global.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente una cuarta parte de la población mundial experimentará algún tipo de trastorno de salud mental a lo largo de sus vidas. Estos trastornos tienen un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar de las personas, especialmente en los trabajadores. De hecho, en Latinoamérica, el 48% de los empleados informa sentirse estresado en su vida diaria. Cuando se les pregunta sobre los factores que contribuyen al agotamiento laboral, las presiones laborales (54%), el liderazgo deficiente (39%) y una cultura tóxica (37%) se encuentran en los primeros lugares, según el estudio Health on Demand de Mercer Marsh Beneficios.
Pero más allá de los factores estresantes en el trabajo, el 55% de los empleados indicó que durante el año anterior trabajaron sin sentirse bien mentalmente, y este porcentaje se eleva al 61% para aquellos que también se sintieron físicamente mal. Esto representa un riesgo para las organizaciones, ya que puede traducirse en ausentismo, rotación de personal, disminución de la productividad y reducción de la rentabilidad.
Ariel Almazán, Líder Regional de Salud Laboral en Latinoamérica y el Caribe en Mercer Marsh Beneficios, destaca la importancia de la salud de los empleados para el éxito de una empresa y la comunidad en la que opera. La pandemia de COVID-19 ha demostrado la necesidad de que los empleadores tengan un impacto positivo en la salud y la capacidad de recuperación de sus empleados.
El informe global de riesgos presentado por el Foro Económico Mundial en colaboración con Marsh McLennan advierte que los trastornos de salud mental están en aumento en todo el mundo y podrían costar a la economía global hasta 16 billones de dólares entre 2010 y 2030 si no se aborda adecuadamente. Esto es sin tener en cuenta el impacto de la pandemia, que podría aumentar esos costos a 6 billones de dólares al año en 2022, según la OMS.
Es evidente que la salud mental es un riesgo internacional que se ha gestado durante las últimas dos décadas. ¿Qué están haciendo las empresas al respecto? Mercer Marsh Beneficios destaca el esfuerzo que muchas organizaciones están realizando. En 2023, los empleados valoran enormemente el apoyo brindado por sus empleadores, con un 61% de ellos sintiendo que sus empresas se preocupan por su salud y bienestar. Además, el 70% se siente satisfecho en su trabajo actual. Esta percepción de cuidado está directamente relacionada con la estrategia de beneficios, salud y bienestar implementada, ya que el 79% de los empleados que tienen acceso a más de 10 beneficios son menos propensos a cambiar de empleo. Además, el 92% se siente seguro de poder costear atención médica en caso de necesitarla, lo que mejora la propuesta de valor para los empleados.
Ricardo de Almeida, Líder de Mercer Marsh Beneficios para Latinoamérica y el Caribe, enfatiza que la salud mental en el lugar de trabajo se ha convertido en una prioridad para las empresas conscientes de su responsabilidad hacia sus empleados. Adoptar estrategias y políticas que promuevan el bienestar mental no solo beneficia a los empleados, sino que también tiene un impacto positivo en la productividad y la cultura corporativa. En resumen, cuidar la salud mental es una inversión en el éxito sostenible de las empresas y en el bienestar de sus trabajadores.
“Las empresas que se comprometen a abordar la salud mental en sus planes de beneficios, salud y compensación están mejor posicionadas para atraer y retener talento, y para prosperar en un mundo laboral en constante cambio.” Complementó.