¡La arrogancia del éxito, que trampa tan común en las empresas!

por | Jun 8, 2023

En el mundo empresarial, el éxito económico es uno de los principales objetivos perseguidos por las organizaciones. Sin embargo, este éxito puede llevar a ciertas actitudes y comportamientos perjudiciales, como la arrogancia. Esta mentalidad se manifiesta cuando una empresa o sus líderes se vuelven complacientes, se sienten superiores a los demás y dejan de prestar atención a las señales de advertencia y a las necesidades cambiantes del mercado. Este artículo explora cómo diagnosticarla, sus efectos secundarios y cómo solucionarla.

Hace tan solo unas pocas semanas, conversando con un grupo de hermanos de una empresa familiar de segunda generación, sentí cómo cada uno de ellos, de una manera u otra, había caído en la trampa de la arrogancia. Entre las características comunes que encontré para llegar a esta conclusión, se encontraban: a) Complacencia: Los hermanos, unos más que otros, pero a su manera, habían dejado de buscar la mejora continua y se contentaban con los logros pasados sin esforzarse por alcanzar nuevos objetivos; b) Desconexión con el mercado: Los hermanos habían dejado de escuchar a sus clientes y no se adaptaban a los cambios en sus necesidades y preferencias.; c) Falta de autocrítica: Los hermanos se negaban a reconocer sus errores y no buscaban retroalimentación constructiva para mejorar; d) Actitud de superioridad: Los hermanos y los demás empleados de la empresa adoptaban una actitud condescendiente hacia los competidores y otras partes interesadas, creyendo que eran mejores que ellos.

La arrogancia del éxito puede tener consecuencias perjudiciales para una empresa a largo plazo, tales como: a) Estancamiento: La empresa deja de innovar y evolucionar, lo que la deja rezagada en comparación con la competencia; b) Pérdida de la visión del cliente: Al ignorar las necesidades y deseos de los clientes, la empresa corre el riesgo de perder su base de clientes y su relevancia en el mercado; c) Falta de adaptabilidad: La arrogancia puede llevar a la resistencia al cambio, lo que dificulta la capacidad de la empresa para ajustarse a un entorno empresarial en constante evolución; d) Cultura tóxica: Una mentalidad arrogante puede llevar a una cultura empresarial muy negativa, donde se socava la colaboración, la diversidad de opiniones y la retroalimentación constructiva.

Existen ejemplos emblemáticos en la historia empresarial de este tipo de enfermedad, por ejemplo, Blockbuster: En la década de los años 90, era el líder indiscutible en el alquiler de películas. Sin embargo, su falta de adaptación al cambio y su negativa a invertir en la tecnología emergente del streaming la llevó a su declive. En el año 2010, se declaró en bancarrota, incapaz de competir con plataformas como Netflix, que habían comprendido las necesidades cambiantes de los consumidores.

Kodak, por otro lado, fue una empresa líder en la industria de la fotografía durante décadas. Sin embargo, su arrogancia del éxito la llevó a subestimar el impacto de la revolución digital. Aunque desarrollaron tecnología digital, no lograron adaptar su modelo de negocio y se aferraron demasiado a su negocio tradicional basado en películas. Como resultado, se declararon en bancarrota en el año 2012. Nokia, que durante años dominó la industria de los teléfonos móviles, también cayó en la arrogancia del éxito. A pesar de las advertencias sobre el crecimiento de los smartphones, los ejecutivos subestimaron el cambio en las preferencias de los consumidores y no pudieron adaptarse rápidamente. Esto los llevó a perder su posición competitiva frente a empresas como Apple y Samsung.

Incluso el reconocido autor Jim Collins, en su libro «How the Mighty Fall», explora las razones por las cuales las empresas exitosas en sus libros anteriores, como «Built to Last» o «Good to Great», dejaron de serlo y colapsaron. Identificó la arrogancia del éxito y la complacencia como factores críticos que contribuyeron al declive de esas empresas. Examina cómo la arrogancia puede surgir después de un período de éxito y llevar a las organizaciones a perder de vista las señales de cambio y a dejar de adaptarse a nuevas realidades del mercado. Collins también ofrece ideas sobre cómo las empresas pueden evitar la arrogancia y mantener su éxito a largo plazo.

Algunas de las soluciones sugeridas para evitar caer en la arrogancia del éxito en las empresas son:

  1. Fomentar la humildad: Es importante promover una cultura de humildad en la organización, donde los líderes y empleados reconozcan que siempre hay más por aprender y mejorar. Esto crea un ambiente propicio para la innovación y la adaptabilidad.
  2. Escuchar a los clientes: Mantener una estrecha conexión con los clientes es fundamental. Se deben recopilar activamente sus comentarios y opiniones, y utilizar esa información para adaptar y mejorar los productos, servicios y estrategias de la empresa.
  3. Fomentar la retroalimentación y el debate abierto: Es esencial crear un entorno donde se valore y se busque activamente la retroalimentación constructiva. Se deben fomentar las opiniones divergentes y los debates abiertos, ya que esto ayuda a evitar la complacencia y a generar nuevas ideas.
  4. Mantener una mentalidad de aprendizaje: Inculcar una mentalidad de aprendizaje continuo en toda la organización es esencial para evitar la arrogancia del éxito. Esto implica estar dispuesto a admitir errores, aprender de ellos y buscar constantemente nuevas formas de crecer y mejorar.
  5. Estar atento a las señales del mercado: Es importante mantenerse informado sobre las tendencias del mercado y los cambios en las preferencias de los clientes. La empresa debe estar dispuesta a adaptarse y cambiar según sea necesario, evitando aferrarse a antiguas estrategias que podrían volverse obsoletas.
  6. Fomentar la colaboración y la diversidad de pensamiento: Promover un entorno de trabajo colaborativo donde se valoren y se busquen diferentes perspectivas ayuda a evitar la mentalidad de superioridad y a fomentar la innovación. La diversidad de pensamiento aporta nuevas ideas y enfoques que pueden impulsar el éxito continuo de la empresa.
  7. Establecer un buen gobierno corporativo: Un buen gobierno corporativo que incluya miembros de la junta directiva independientes con un perfil superior al de los ejecutivos actuales. Esto garantiza que se mantenga un nivel de exigencia elevado y que los ejecutivos sean vistos como estando en un período de aprendizaje. Incluso las empresas más exitosas pueden beneficiarse de la orientación y la experiencia de empresarios más exitosos que estén dispuestos a ayudar en el desarrollo de las empresas.

En conclusión, la arrogancia del éxito es una trampa común que las empresas deben evitar. Los líderes y empleados deben estar conscientes de los signos de la arrogancia, como la complacencia y la falta de adaptabilidad. Es importante fomentar una cultura de humildad, escuchar a los clientes, buscar la retroalimentación constructiva y mantener una mentalidad de aprendizaje continuo. Además, estar atentos a las señales del mercado, fomentar la colaboración y la diversidad de pensamiento, y contar con un buen gobierno corporativo son aspectos clave para evitar caer en la arrogancia del éxito y asegurar el éxito a largo plazo de la empresa.

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Gonzalo Gómez Betancourt, Ph.D. – CEO Legacy & Management Consulting Group

Gonzalo Gómez Betancourt, Ph.D. – CEO Legacy & Management Consulting Group

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